Aunque el decreto que restringía la entrada de bañistas en el balneario Hurtado iba hasta el 21 de febrero, será hoy que la Alcaldía de Valledupar realice la reapertura oficial de uno de los lugares más representativos de la capital del Cesar.
Pero después de los 10 días de cierre para intervenir el afluente y limpiarlo, las cosas no volverán a ser como antes, ya que la administración tomará medidas para hacer cumplir la ley 1801, referente al Código Nacional de Policía y Convivencia Ciudadana, que prohíbe la venta y consumo de bebidas alcohólicas en espacio público.
“Aplicamos la ley porque es un compromiso del alcalde de Valledupar devolverle la ciudad al río, el río a la ciudad. Teníamos convertido al río en una cantina de 1.5 kilómetros; no más expendio ni consumo de licor en el río, como lo exige la normatividad”, dijo el secretario de Gobierno Municipal, Gonzalo Arzuza.
El funcionario calificó esta medida como una decisión histórica, porque de los tradicionales paseos al río debe ser excluido el licor.
En cuanto al futuro de los vendedores estacionarios del balneario, indicó que serán reubicados con el fin de liberar el espacio público y que los visitantes puedan tener por donde caminar sin problemas. En cuanto a los vendedores de bebidas alcohólicas, que según el censo que tiene la Asociación que agrupa a todos los comerciantes del balneario, son 43, estos deben someterse a una reconversión laboral. “Aquí no se les está diciendo que no trabajen, sino que dejen de vender licor en el río”, acotó Arzuza.
Jorge Luis Luquez es uno de ellos, quien contó que su familia tiene un negocio en el balneario Hurtado desde hace 33 años y hoy considera que la medida que tomará la administración municipal es lesiva.
“Nos manifiestan que no podemos vender bebidas alcohólicas, entonces nos preguntamos si estos negocios podrán vivir solo con venta de comidas y mecatos”, expresó.
Son 176 vendedores que hacen parte de la Asociación de Comerciantes del Ecoparque Lineal de Hurtado, pero durante los fines de semana esta cifra se triplica y llegan a casi 600, por los vendedores foráneos que llegan a la zona, afectando la imagen del balneario.
“Esta medida es una forma de generar violencia porque cuando a uno lo desplazan de su sitio de trabajo sin ninguna alternativa, genera violencia y eso es lo que uno no quiere porque nos plantearon unas cosas y ahora salen con otra. El llamado a la administración es que lo ideal es que socialicen las cosas con nosotros ya que no nos han tenido en cuenta en este proceso”, dijo Jorge Luis Luquez.
Pese a la inconformidad de los comerciantes, el secretario de Gobierno enfatizó que en Valledupar se hará cumplir la ley y quienes lo incumplan podrán verse sometidos a las sanciones correspondientes.
“Estaremos con el alcalde en el río haciendo la reapertura y mostrando los beneficios de lo que fue esta campaña tan importante de estos días de recuperación de nuestra fuente hídrica y nuestro lugar icónico más importante”, señaló el funcionario.
La intervención
La falta de conciencia ciudadana, que había convertido el balneario en un basurero del que eran extraídos entre dos y tres toneladas de desechos durante un día de alta afluencia de bañistas, fue la que llevó a que la administración municipal cerrara desde el 14 hasta el 21 de febrero este lugar.
Según la Oficina Asesora de Planeación se aplicará un decreto con una serie de normas para que se cumpla la zonificación, donde se contempla siete áreas debidamente delimitadas que permitirán establecer el tipo de uso y actividad que allí se va a desarrollar. Esto hace parte de la reubicación, ya que ciertas zonas no se van a poder seguir utilizando para las ventas estacionarias.
Así mismo fueron retiradas las carpas que habían sido ubicadas por los vendedores, y fijadas con cemento (60 de techo y 40 cambuches), despejando así la orilla del río que había sido apropiada por los comerciantes y la que de ahora en adelante podrán usar los visitantes sin ningún problema, siempre y cuando cumplan con la norma de no consumir licor en el lugar.
Entre las violaciones al uso de lo público se hallaron lámparas tapadas para opacar la luz, situación a la que le hizo frente la Secretaría de Gobierno por medio de un requerimiento de Alumbrado Público que prohíbe esta práctica que afecta la seguridad.
A estas actividades de limpieza, prevención e intervención del balneario Hurtado también se unieron las barras del equipo Valledupar Futbol Club, el Centro Comercial Guatapurí Plaza, la Personería de Valledupar, entre otras entidades.
Es así que varias empresas como Aseo del Norte, Corpocesar, Emdupar, miembros del voluntariado corporativo del Sistema Integrado de Transporte de Valledupar, SIVA, la Escuela Ambiental, la Policía Nacional y estudiantes de la Institución Educativa César Pompeyo Mendoza Hinojosa se sumaron a la iniciativa de la Alcaldía Municipal para limpiar la cuenca del río Guatapurí en el balneario Hurtado.
Durante estas jornadas que se hicieron durante varios días, se recogieron residuos contaminantes como checas, vidrios, bolsas plásticas y todo recipiente que a diario son arrojados por visitantes en el balneario.
“Necesitamos que la gente tenga conciencia ambiental, que no arroje basuras como pañales, latas ni desperdicios en el río y que no hagan sancocho en la raíz de los árboles que son los que propician una sombra mejor que la que puede aportar una carpa”, dijo el alcalde Augusto Ramírez Uhía.
En términos generales, el decreto de cierre fue acatado por la ciudadanía, lo que ha permitido observar otra cara del balneario, con más espacio público ante el desalojo de carpas y quioscos que estaban a lado y lado del afluente.
Puntos de vista
¿Cómo califica la restricción de bebidas alcohólicas en el balneario Hurtado?
Jorge Luis Luquez. Comerciante.
“Es una medida represiva y nociva para nosotros los propietarios ya que no podemos vender bebidas alcohólicas y este es nuestro sustento”.
Yira Pérez. Comerciante.
“Nos sentimos tristes y burlados porque a nosotros nunca nos dijeron que iban a tener este atropello con nosotros. Esto ha sido una sorpresa para todos, y tenemos deudas que no sabemos cómo vamos a solucionar.
Alexandra Velásquez. Bañista.
“Me parece muy bueno porque este lugar debe tener un ambiente familiar ya que en Valledupar hay muchos lugares para consumir bebidas y aquí podemos venir con los niños sin tener que estar entre el alcohol”.
Germán Sánchez. Bañista.
“Los licores no se deben vender en sitios públicos por lo que genera peleas, contaminación y me parece que teniendo un río aquí donde la gente puede correr el peligro si está alicorada, es la mejor decisión”.
Andreina Bandera / EL PILÓN
Andreina.bandera@elpilon.com.co