Por Gustavo Cotes Medina
En nuestra exótica Colombia el valor de una tonelada de cemento gris es de 250 dólares mientras que en otros países como Argentina y Brasil está en 70 dólares y en Estados Unidos asciende a los 85 dólares, lo cual es un indicativo que estamos pagando uno de los precios más altos de América Latina.
Con esta situación se cuestiona el control y la regulación de la Superintendencia de Industria y Comercio, SIC, y se está afirmando que las grandes cementeras del país han llegado a un acuerdo para unificar sus precios, dividirse el mercado nacional y no tener competencia entre ellas, afectando a las pequeñas industrias del sector.
De esta manera, se impacta la estructura de costos de la vivienda y al mismo Gobierno Nacional, ya que este es el principal contratista en materia de infraestructura, donde todos sabemos que el cemento juega un papel importante.
Los voceros autorizados indican que si pagáramos el cemento a precios similares de los países de la Región, el ahorro del Gobierno estaría en el orden de los 40 billones de pesos.
Así mismo, el consumo pércapita de este producto en Colombia es uno de los más bajos de la Región, inclusive por debajo de Ecuador.
En Colombia la situación de los precios en el mercado del cemento da para pensar que ha sido establecido por unas empresas oligopólicas. No le hace bien al país que se piense de esta manera, ni que se hable de precios unificados y mucho menos de dumping.
El precio del cemento influye más en la vivienda de interés social que en las de estratos altos. En una VIS este producto representa el 40 por ciento de los costos y para las otras el 30 por ciento. La Cámara Colombiana de la Infraestructura, CCI, con Juan Martin Caicedo Ferrer a la cabeza, sostiene que el aumento del costo de la construcción no puede ser atribuible al incremento del precio del cemento.
En los últimos diez años los costos de la construcción de vivienda ha aumentado en un 66 porciento y el precio del cemento lo ha hecho en un 51%.
Además, el salario mínimo en Colombia se ha incrementado 38 por ciento más que el precio del cemento en ese lapso. Adicionalmente, se afirma que hacer la comparación en dólares de la tonelada de cemento introduce un elemento de distorsión que tiene que ver con la revaluación relativa de las monedas.
El debate sobre el precio del cemento en Colombia se encuentra abierto y es un tema de mucho interés para la infraestructura del país y para la construcción de viviendas de interés social.
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