La idea del Gobierno nacional es iniciar la reapertura de la actividad económica en Colombia por aquellos municipios donde no se registran casos positivos de covid-19, esto, a partir del 11 de mayo, así lo anunció el presidente Iván Duque.
“Se trata de mantener las aperturas que tenemos, pero generamos una mayor apertura dentro de los municipios (que no hay casos), obviamente con restricciones importantes en movilidad. No tendría sentido generar mayor apertura si desde municipios cercanos se puede generar contagios”, señaló el ministro de Salud, Fernando Ruiz.
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En el país se habla de alrededor de 800 municipios, mientras que en el Cesar en 15 municipios aún no se registran casos positivos.
Bajo esa norma permanecerían en cuarentena, según lo predestinado, hasta finales de mayo, Valledupar, San Diego, La Paz, Codazzi, Bosconia, La Jagua de Ibirico, Chiriguaná, Aguachica, San Martín y Río de Oro. En esos 10 municipios se dividen los 70 casos de coronavirus del departamento.
Los 15 municipios que empezarían una reapertura gradual, según los lineamientos que establezca el Gobierno nacional, son Manaure, Pueblo Bello, El Copey, El Paso, Becerril, Astrea, Chimichagua, Curumaní, Pailitas, Tamalameque, Pelaya, La Gloria, Gamarra, Gonzáles y San Alberto, que hasta el cierre de la edición no habían registrado casos positivos. En esos 15 municipios donde se reabriría la economía viven más de 358.000 cesarenses y todos ellos de categoría sexta.
Pero el anuncio previo de reapertura causa temor entre algunas autoridades porque, aseguran, “que no haya ningún caso confirmado no significa que se haya ganado la guerra”.
ZONAS RURALES
El departamento del Cesar es un territorio rural, incluso hay municipio donde la zona rural tiene más habitantes que la cabecera municipal. Es el caso de La Gloria. Según la proyección poblacional del Dane para el 2020, de sus 18.448 habitantes, el 64,7 % de la población vive en los corregimientos y las veredas. Es un municipio disperso, de allí que resulte complicado un control total del territorio.
“Hablemos con franqueza: hay preocupación porque hay muchas personas que viven del día a día no han recibido ayudas y tampoco están trabajando. Por ejemplo, el mototaxista, el transportador, el cotero. Pero también preocupa el tema sanitario, más que La Gloria tiene acceso al sur del Bolívar y los corregimientos tienen acceso al Norte de Santander. No hay casos, pero eso no quiere decir que no hay riesgo y abriendo el comercio llegarán personas de todos lados”, señaló Alex Villazón, presidente del Concejo de La Gloria.
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Del municipio, el más cercano con positivos es Aguachica, donde se registran dos casos. Según comentaron, desde Aguachica siguen entrando al municipio los comerciantes de productos de la canasta básica. “Si nosotros abrimos las puertas a que todo mundo llegue, eso se expandirá”, comentó el concejal.
“ESTAMOS RODEADOS”
De los 70 casos confirmados de covid-19 en el Cesar, 60 están en el norte del departamento y cuatro de esos municipios son cercanos o rodean a Manaure: La Paz, Valledupar, Agustín Codazzi y San Diego. Pero en Manaure aún no ha llegado el coronavirus o al menos no se ha confirmado.
Según explicó el concejal Luis Carlos Martínez, fue la misma población la que decidió cerrar el municipio “por las vías de hecho”. En Manaure además se decretó un toque de queda.
“Se puede presentar un caos con esa apertura que propone el Gobierno, porque por ejemplo Manaure es un municipio turístico y acá muchas personas tienen su casa campo. No han podido entrar porque el pueblo no se lo ha permitido. Y creo que a pesar de la decisión de reapertura del Gobierno eso no va a cambiar: Manaure seguramente seguirá cerrado, y esa decisión la ha tomado la misma gente”, comentó el concejal.
Todo indica que el municipio reabriría su economía pero permanecerá bloqueado el ingreso a personas de municipios aledaños donde ya se presentan casos de covid-19.
CONTROLES Y MÁS CONTROLES
Desde hace más de 40 días en Gamarra se establecieron controles en la entrada del municipio, medidas que se incrementaron cuando se dieron a conocer los primeros dos casos positivos de Aguachica, vecino del municipio.
“Estaría de acuerdo que el Gobierno se pronunciara con ayudas a los comerciantes, pero no abrir el comercio, se está arriesgando la salud y la integridad de muchas personas. Si en estos municipios no ha pasado un positivo es mejor dejarlos cerrados. La reapertura es abrir una puerta para que llegue la covid-19”, aseguró el concejal Nafer Jiménez de Gamarra.
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Por vía fluvial, Gamarra está conectado con municipios del sur de Bolívar, siendo punto estratégico para el comercio en el sur del departamento. “Deben darnos otro tiempo”, agregó el concejal.
POBREZA, OTRO PROBLEMA
El dilema de la mayoría de municipios de sexta categoría en el Cesar es entre las condiciones socioeconómicas y la salud. Preocupa la economía y los ingresos de las familias porque en la mayoría de territorios la pobreza multidimensional afecta casi a la mitad de la población. Por ejemplo, en Gamarra, según el Dane, el 48,6 % de la población vive en pobreza multidimensional.
Pero la preocupación por la reapertura es que estos municipios de sexta categoría no cuentan con las capacidades sanitarias instaladas para atender casos de gravedad de coronavirus. En caso de presentarse, deberían ser trasladados hasta Aguachica.
En municipios como Astrea la preocupación ante una reapertura es la poca “conciencia de muchas personas”, según el secretario de Gobierno, Darío Oliveros. Ubicado al centro del Cesar, el único municipio más cercano a Astrea con casos positivos es Chiriguaná.
“Hay mucha preocupación, dado que a pesar que el mandatario municipal ha tomado muchas medidas para evitar la llegada del virus al municipio, hay ciudadanos que no tienen sentido de pertenencia e infringen las medidas adoptadas”, señaló el secretario de Gobierno.
Astrea es un municipio de tradición comercial y tiene una de las tasas de pobreza más altas del departamento (52,8 %), por eso durante la cuarentena el comercio no ha cerrado del todo, aunque hay restricciones. Sin embargo la mayor preocupación es externa. “La única vacuna en estos momentos es el distanciamiento personal. Hay que apostarle a eso y sobre todo a la desinfección permanente. Lo que más nos preocupa es la visita de personas que vienen de zonas donde ya hay coronavirus y que no acatan las medidas de bioseguridad”, concluyó Oliveros.
“NO HAY RECAUDO”
Para el 2020 las proyecciones del Dane marcan que Pailitas cuenta con 19.705 habitantes. Ubicado en el centro del Cesar, el 70 % de la actividad económica del municipio está enfocada en las actividades terciarias: comercio, transporte, salud, educación, turismo, sector financiero, entre otros.
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Por supuesto, una vez se decretó el aislamiento y se limitó la locomoción de las personas, se redujeron las ventas. Según una investigación dirigida por el alcalde del municipio, Carlos Javier Toro, la economía local podría colapsar, toda vez que la mayor fuente de generación de ingresos, que corresponde a las actividades terciarias, “se encuentra en declive a causa del cierre de los establecimientos y poca presencia de compradores en las calles”.
A diferencia de La Gloria, donde hay grandes empresas y los municipios del corredor minero, Pailitas pertenece al grupo de municipios donde no hay grandes empresas. La inactividad, además, provocó un recorte en el recaudo de impuestos. Pero no fue el único, así lo han reportado varios secretarios de Hacienda del departamento.
Por poner un ejemplo, el secretario de Hacienda de La Gloria, Oswaldo Campo, señaló que el recaudo del impuesto predial, principal ingreso tributario, disminuyó hasta un 70 % de lo que normalmente se recaudaba, sin contar que ya era una cifra baja antes de la pandemia.
No hay duda que la reactivación gradual de la actividad económica significará un respiro para las frágiles e informales condiciones socioeconómicas de los municipios del Cesar, pero también un riesgo para un sistema de Salud que aún no está preparado para atender una pandemia.
Por: Deivis Caro Daza / EL PILÓN