El barrio Veinticinco de Diciembre, ubicado en el sur de Valledupar, tiene 33 años desde su fundación. A pesar de que sus primeros habitantes llegaron el 17 de abril de 1987, decidieron que el barrio llevaría ese nombre dado que el 25 de diciembre de 1986 hicieron el primer intento de una invasión en otro sector de la ciudad, donde no alcanzaron su lucha, pero se comprometieron que al llegar a otro predio y lograr su cometido pondrían ese nombre.
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Desde ese entonces han luchado por el mejoramiento del sector, buscando la pavimentación, mejoramiento del alcantarillado, legalización de predios, seguridad y áreas de cesión. “Hace años cuando el barrio apenas iniciaba se hicieron las redes de alcantarillado, habían pocas viviendas y era suficiente, pero ya el barrio creció bastante por tanto necesitamos que estas sean modernizadas, porque cuando llueve todos los manjoles se rebosan y todo se convierte en un verdadero desastre. Ahora mismo todas se encuentran tapadas”, relató el vicepresidente de la Junta de Acción Comunal, Rosalio del Toro.
De las 456 viviendas que conforman el barrio, paradójicamente solo el 25 % tienen los documentos de propiedad de sus predios. El resto sigue esperando que la administración municipal les dé la legalización que ameritan.
SIN ESPACIOS RECREATIVOS
Otra de las grandes problemáticas que aseguran sufrir es la falta de áreas de cesión, donde se puedan construir canchas, parques o salones comunales.
Importante señalar que en el barrio existen dos amplios espacios de terrenos que han sido utilizados como canchas de usos múltiples, pero no han tenido inversión por parte de los entes gubernamentales porque estos son de propiedad privada y no del barrio. Además, actualmente estos terrenos se encuentran invadidos por personas que decidieron construir viviendas improvisadas, principalmente de madera, zinc y plástico.
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“La problemática de las canchas es vieja, esos predios los tuvimos como un préstamo para las canchas durante 30 años, porque esas tierras son de Oscar Guerra Bonilla. Ellos lo que hicieron fue una reinvasión (sic), nosotros quisimos reclamar, pero no tuvimos fuerzas porque nosotros carecemos de una propiedad de esos terrenos al no ser áreas de cesión. Lo hemos pedido a varias administraciones municipales y ha sido en vano”, refirió del Toro.
Relató que durante el gobierno del alcalde Luis Fabián Fernández realizaron la solicitud y no tuvo frutos; igual en el periodo de Fredys Socarrás Reales.
“El alcalde Fredys Socarrás nos mandó unos topógrafos para medir lo que necesitábamos y pidió una cantidad de tierra exagerada. Le dijimos que era mucho, pero nunca nos dio un papel, algo que valiera. Desde entonces no se ha hecho más”, refirió el líder comunal.
La primera invasión a esos predios fue hace 11 años atrás cuando los habitantes de la invasión Emmanuel intentaron ocuparlos, pero al ver que funcionaban unas canchas los desocuparon.
NO VALIÓ DE NADA
A inicios del mes de octubre de este 2020, la Alcaldía de Valledupar, con el acompañamiento de otras entidades como la Policía Nacional, Migración Colombia y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, realizaron un desalojo a las personas invasoras de dicho predio. En esa oportunidad ciudadanos venezolanos, que habían armado ranchos, fueron sacados de ese lugar, como también habitantes del mismo barrio que habían invadido.
José Cárdenas, miembro de la JAC, y uno de los fundadores del barrio, manifestó que los desalojos no sirvieron “para nada”. “Ese operativo no tuvo ningún efecto porque sacaron a la gente y dejaron el lote tal cual, no le hicieron un encerramiento, y la gente se volvió a meter. No hay un lugar de recreación para los niños. Los invasores son del mismo barrio, del barrio Emmanuel y algunos son venezolanos. Toda esta situación se ha puesto en conocimiento del alcalde Mello Castro y no han desalojado esto completamente”, detalló José Cárdenas.
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Este barrio solo cuenta con un pequeño parque ubicado en la primera etapa, el cual no tiene los espacios necesarios para el disfrute de todos sus habitantes. El cabildo Daniel Ricardo Palacín acotó que urge la construcción de un parque biosaludable que puedan usar tanto niños, como adultos e incluso ancianos.
Al respecto, el secretario de Gobierno municipal, Luis Galvis, explicó que en este sector se tenía previsto un nuevo desalojo para finales del mes pasado, pero una sentencia de la Corte Constitucional hacia el Esmad lo impidió.
“Nosotros planificamos una intervención en el Veinticinco de Diciembre, pero por una sentencia de la Corte Constitucional que limitaba algunas acciones por parte del Esmad, la diligencia se suspendió. Esto se iba a realizar a finales de noviembre, pero no pudo ser realizada porque es el Esmad quien debe garantizar la seguridad de las personas que se encuentren en el lugar ante alguna circunstancia de orden público que pudiera presentarse, por eso no se hizo. Estamos programando para hacerla a finales del mes de diciembre o a principios de enero de 2021”, subrayó el funcionario.
POR MILAGRO SÁNCHEZ FLÓREZ/ EL PILÓN.