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¿Pollo o gavilán rastrero? 

Luis Alberto Rodríguez, está en el ojo del huracán y parece ser el llamado a continuar con el legado de corrupción de muchas generaciones de políticos del Cesar. 

Sus alcances son superiores a los del exrepresentante Mauro Tapias, quien  contrataba con su propia ferretería o los de Darío Quintero Patiño que, en su época de diputado, el mismo se subió el sueldo. “El Pollo” como le dicen sus allegados, sus tentáculos son descomunales, sin asco se le midió a construir una casa de 2 millones de dólares, a pesar de no tener como justificar esos ingresos, solo por ostentar. 

Pero ¿Cómo comenzó este muchacho que se perfilaba como una promesa en la política del Departamento? Estudió con sacrificio, primero en la Universidad Nacional y luego fue becado para una maestría en la universidad de Columbia en EEUU, pese a su corta edad se fue metiendo en la política bogotana, logró llegar a Asobancaria gracias a sus habilidades y a una recomendación de su paisano Jhonatan Malagòn, con quien ha mantenido una rivalidad, incluso se comenta que Rodríguez fue quien orquestó la encerrona con el tema de la tesis, algo muy vallenato, no es raro en nuestra tierra atacarse por envidia; después, no se sabe por qué, Santiago Castro lo sacó. 

Pero Rodríguez no se amilanó y ‘Franco’ Ovalle lo nombró en la oficina de la Gobernación del Cesar en Bogotá, donde solo duró 8 meses, porque “El Pollo” quería más, se metió en la campaña de Duque y es cuando se acerca a Fredy Castro, un hombre muy cercano a Marta Lucía Ramírez, quien lo ayudó a ubicarse en el viceministerio de Hacienda con Carrasquilla, experto en negocios chuecos como los Bonos de Agua. 

“El Pollo” con solo 28 años, afilaba cada día más sus garras, con profesores especializados. Se le presentó entonces la oportunidad del DNP, movió sus hilos con Alberto Carrasquilla y su esposa, también con Alicia Arango y lograron convencer a Duque para que lo pusieran de director del DNP. 

Con semejante chequera a su disposición, “El Pollo” se convirtió en Gavilán y llegó a arrasar, comenzó a florecer su prepotencia, pero también sus complejos y el arribismo que le sale por los poros; además de la ambición qué tal vez por la inmadurez de la edad, prácticamente lo enloqueció. 

De usar zapatos Arturo Calle pasó a Salvatore Ferragamo, las camionetas con escoltas lo seducían y su pasión por los músicos vallenatos era enfermiza, Silvestre Dangond era su dios, llegó al extremo de llevar a las parrandas mesero privado y su propia botella de Whisky Macallan 78, de 1 millón de pesos cada botella, sólo para tomar él.  

Es cuando nace el entramado para acceder a los recursos de La Paz, según denunciaron los periodistas Valeria Santos y Sebastián Nohora, de Blu Radio. “El Pollo” organizó todo con su director de Regalías y paisano, Álvaro Ávila y su secretaria privada, María Fernanda Urrutia, apodada sin decoro alguno por Yamil Arana y Wadith Manzur como “Betty la fea”, porque es un cerebrito y usa gafas, si esta chica habla, se cae toda la estantería, al final tendrá que hacerlo porque quieren dejarla sola. 

Por otra parte, Guido Ruiz, hermano de “El Pollo”, tenía muy buena relación con los alcaldes; en parrandas se jactaba de todo lo que estaban haciendo, junto a Juan Carlos Gualdrón y Aníbal Quiroz, el del matrimonio de los mil millones, hermano de Aroldo Quiroz, Presidente de la Corte Suprema de Justicia, quien tiene a todos sus hermanos pegados a la teta del Estado. Se activaron entonces los Trillizos Maravilla y unieron fuerzas para quedarse con la Contraloría. “El Pollo” era el Contralor que quería “Pipe” Córdoba para garantizar su candidatura presidencial en 2026, pero necesitaban el apoyo del carga-maletas de Uribe, Daniel Palacio, quien se “Sacudió” con este gobierno y sale millonario; de una se unió a esta cruzada milimétricamente planeada. Pero se les cayó el embarque porque la lista se hundió completa en el Tribunal en Bogotá, además de que Rodríguez no cumplía ni siquiera con la edad requerida.

Algunas preguntas para “El Pollo” que después de estar en la cumbre, hoy está dando vueltas en el asadero La Viña, en Valledupar; por cierto, esos pollos sí que son buenos: ¿Es cierto que además de la casa de los 2 millones de dólares también tiene apartamentos en Barcelona y Miami? ¿Es cierto que “Coquito” Maya, mejor amigo de Silvestre Dangond y concuñado de Carlos Vives, recibió contratos por 300.000 millones, incluida la plaza de Urumita, La Guajira? ¿Quién pagó el viaje de Silvestre Dangond a Roma? ¿Es cierto que en el Club Valledupar celebraban Guido, Aníbal Quiroz y Ape Cuello los avances de la operación y calificaban de burro hambriento al alcalde de La Paz? ¿Es cierto que todo lo manejaban en efectivo, estilo cartel de Cali?

@Por Jacobo Solano C.

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