El proyecto de la instalación de la red de transmisión eléctrica a 220 kW en Valledupar ha generado un fuerte debate en la comunidad aledaña a la acequia de la avenida Los Militares, debido a la presencia de personal de la consultora HS&E SAS quienes expresaron su intención de caracterizar y señalizar los árboles aledaños a los barrios Álamos 2, Villa Miriam, El Progreso, Cicerón Maestre, Pupo, Manantial y Casimiro Maestre para evaluar el impacto ambiental que ocasionaría cortarlos.
La consultora, encargada del Estudio de Impacto Ambiental (EIA), ha venido programando varias reuniones de socialización del proyecto desde finales de octubre del 2024. Sin embargo, líderes y opositores en los barrios mencionados denuncian que los excluyen de las conversaciones “para solo tomar fotos con personas que no son del barrio”.
Xiomara García, profesional social de la consultora, señaló vía Whatsapp a líderes de la comuna 4: “Les extendemos una cordial invitación a participar en el espacio de socialización con el Estudio de Impacto Ambiental para la línea y bahía de transmisión eléctrica a 220 kV, parte del proyecto Valledupar 100MW”. Dicha socialización se realizó el 26 de enero del 2025.
El descontento de la comunidad
La respuesta de la comunidad ha sido crítica. Dolly Pérez, líder comunal de Villa Miriam y presidenta de Asogaviotas, expresó su desconfianza hacia el proceso: “Ya vinieron otra vez a marcar los árboles y no nos muestran el acto administrativo… planeación (Oficina Asesora de Planeación) está advertido que las comunidades no vamos aceptar líneas de alta tensión”. Esta oposición se basa en la preocupación por el impacto ambiental que podría tener el proyecto, especialmente en la flora local y la salud de los residentes.
García aclaró que el evento del 26 de enero abordó las inquietudes de los vecinos. “El señor Ángel Figueroa ya tiene el oficio y la fecha de concertación para dicho espacio. La próxima semana estaremos haciendo la respectiva invitación a través de cuñas radiales, perifoneo, afiches y volantes”. Ángel Figueroa es el vicepresidente de la JAC de Villa Miriam. A pesar de estos esfuerzos, Pérez continúa cuestionando la transparencia del proceso a la trabajadora social de la consultora: “Dígame en qué momento socializó, no sea mentirosa”.
Tala de decenas de árboles
La comunidad ha manifestado su preocupación por la tala de árboles que se ha propuesto en preparación para la instalación de las líneas de alta tensión. Pérez comentó: “Primero matan los árboles y después vienen por lo humano”. Esto debido a los rumores sobre las afectaciones en la piel y dolores de cabeza que sufren los residentes alrededor de la subestación eléctrica frente al Centro de Alto Rendimiento La Gota Fría.
El EIA es fundamental para determinar los posibles efectos negativos del proyecto y establecer medidas mitigadoras. Sin embargo, grupos de vecinos que viven frente a la acequia sienten que sus voces no han sido escuchadas adecuadamente. Pérez enfatizó: “Nosotros no vamos a permitir eso… esto es pura fuente hídrica y si usted baja hasta allá todos esos árboles están marcados”.
Hasta el cierre de esta edición la reunión del 26 de enero seguía discutiéndose, se sabe que los residentes expresaron sus preocupaciones y exigieron los permisos de Corpocesar a la contratista.
La comunidad de Villa Miriam permanece alerta y escéptica ante lo que consideran una falta de comunicación clara sobre un proyecto que podría alterar significativamente su entorno.
Por: Katlin Navarro Luna/ EL PILÓN