Jhon Peñaloza y Misael Martínez son los encargados de hacer realidad la imagen de este juglar como ya lo han hecho antes con otras figuras del género vallenato.
Como una iniciativa del alcalde Gilberto Montes Villalba de Planeta Rica, Córdoba, el municipio que acogió en sus últimos años al conocido acordeonero, compositor y cantante Alejo Durán, está previsto que el próximo nueve de febrero se inaugure una escultura en su honor.
La imagen, que estará en la rebautizada como Plaza de Los Juglares a partir de ese día, fue encargada al pintor y escultor Jhon Peñaloza para marcar el natalicio de quien fuera el ganador del concurso de acordeoneros del primer Festival de la Leyenda Vallenata.
La obra a escala natural estará hecha en bronce y medirá aproximadamente un 1.80 centímetros de altura, además será instalada sobre un pedestal con luces y tendrá una placa con los datos biográficos de Durán.
“Estamos en proceso de fundición del bronce para luego trasladarla a Planeta Rica”, explicó Peñaloza, quien manifestó que ha tomado aproximadamente cuatro meses realizar este proyecto.
Para él, llamó la atención que precisamente en este municipio que fue hogar del maestro en sus últimos años se realice este reconocimiento, mientras que en El Paso, su tierra natal, y en la misma capital del Cesar no existe ningún tipo de homenaje de esta clase.
La temática de este trabajo coincide con lo que en anteriores ocasiones ha realizado el artista a través del colectivo artístico que comparte hace ocho años con Misael Martínez y que se ha encargado también de las esculturas de Leandro Díaz, Martín Elías, Diomedes Díaz y Pablo Flórez, entre otros.
Para ellos la labor con los juglares ha sido un producto de la necesidad que vieron para ofrecer al turista que generalmente llega a esta zona del país buscando el legado cultural de la música vallenata.
“El turista viene buscando ese tipo de esculturas para encontrar en ellas una historia musical que es lo que nosotros transmitimos”, aseguró Peñaloza.
Hasta ahora ha sido muy importante y notoria la acogida de las personas hacia estos elementos que les permiten construir toda una historia basada en la magia de la música vallenata a través de algunos de sus representantes más notorios.
Otro factor que destacó de este proceso, es que la labor que adelantan cala muy bien con la óptica de economía naranja que se viene manejando desde la escala nacional. Incluso antes que empezara a tomar tanta connotación este concepto, los artistas ya tenían la iniciativa de enfocarse en personajes de la música y la cultura local.
En este sentido recordó la obra de la silla de Diomedes, algo que tuvo sus efectos para que hoy alcaldes de municipios en otros departamentos quieran exaltar igualmente a sus personajes.
Es tal el alcance que además de Montería y Planeta Rica, en regiones de La Guajira y Magdalena también quieren replicar este tipo de obras que sirven como reconocimiento al legado de los artistas.
A nivel local; sin embargo, el artista consideró que hace falta manejar otros proyectos de mayor envergadura como un museo que condense toda la historia de la cultura vallenata. “Aquí tenemos las historias vivas de nuestros juglares, que no se las inventaron en ningún lado, y no tenemos ese espacio”, sostuvo.