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Comportamiento de las muertes violentas en Valledupar – 2018

Foto sergio mcgreen

CESORE, Centro de Estudios Socioeconómicos y Regionales, es una organización que, desde la sociedad civil, sin ánimo de lucro, ni color político, ni partidista, tiene la misión de ayudar a construir ciudadanía y velar porque las políticas públicas cumplan su cometido, tanto en Valledupar cómo en el Cesar.

Acaban de publicarse los datos oficiales de muertes violentas (homicidios, suicidios, tránsito y accidentales) en el país, desglosados por municipios del hecho y nos preocupa el aumento de las pérdidas de vida en Valledupar. El año 2018 nos dejo un balance de 191 muertes violentas contra 184 del año 2017. Retrocedimos.

Ahora, mirando inicialmente los homicidios. La cifra lamentablemente está lejos de la expectativa y de cierta información pregonada en la ciudad a finales del año pasado. De acuerdo con Medicina Legal, el número de homicidios en el 2017 fue de 78 personas, mientras que en el 2018 fue de 87. Este número corresponde en la categoría de medicina legal a homicidios en el “municipio del hecho”. Este crecimiento de 9 asesinatos adicionales equivale a un aumento de 12 %.

La principal consecuencia de este incremento, es que hay que reconsiderar las políticas públicas de seguridad y preservación de la vida aplicadas en Valledupar. Autoridades municipales y policía local deben reforzar la estrategia. De una parte, no se puede definir, ni construir políticas publicas con datos erróneos, eso no es posible. No se lograrían los análisis acertados, pero sobre todo en este caso, estamos hablando de proteger la vida de los habitantes de Valledupar, lo que no parece ir por buen camino, ni estar garantizada, como lo promulga nuestra constitución. Para definir estrategias y tomar acciones, la información exacta es fundamental y mucho más en este caso.

De otra parte, hay que dar información correcta, y lo más precisa posible a los ciudadanos, para quienes las condiciones de seguridad son absolutamente esenciales en su diario vivir. No hay que alarmar, pero tampoco hay que cometer errores, cómo anunciar una reducción de los homicidios cuando la realidad fue otra. Fueron asesinadas 9 personas más.

En Valledupar dolorosamente hay un asesinato cada 4.2 días.
En cuanto a los suicidios, no se trata de información correcta o incorrecta, es una enorme preocupación y esa sí es una alarma que queremos tocar. Es un grito desesperado que damos para que se construyan o intensifiquen las medidas protectoras y las políticas públicas para prevenir esa pérdida de vidas. En el año 2010, hubo 15 suicidios en Valledupar, en el 2017, 23 y en el 2018, 34. Un 48% más en relación con 2017. Once vidas humanas adicionales al 2017 se perdieron en el 2018. En 8 años los suicidios han aumentado 126%. ¡No son números, son vidas humanas!

Lo grave de este caso, es que probablemente todas estas, son muertes prevenibles, con un adecuado tratamiento. Pero en cambio, se convierten en enormes dolores y pérdidas, ante todo, en lo humano, en la familia. Huérfanos y viudas, madres sin sus hijos y hermanos sin hermanos. Que está pasando en Valledupar, pero sobre todo que se está haciendo, para prevenir, que por cierto no está funcionando, porque los resultados son contrarios. Quisiera ver en el presupuesto municipal y también departamental de este año, cuantos recursos se asignaron para la estrategia de prevención del suicidio. Cuales son las medidas, cuáles las políticas, que se han estructurado y que se va a hacer. Es imperioso que cómo sociedad civil, pidamos más acción.

Pero hay una buena noticia y es una disminución del 23% en las muertes por accidente de tránsito que disminuyeron pasando de 61 a 47. Mientras las clasificadas como muertes accidentales, permanecieron prácticamente estables, con un leve aumento de 22 a 23 casos. La disminución de muertes por accidentes de tránsito, significa un avance importante en términos no solo de políticas de movilidad, sino también de un esfuerzo local que se está haciendo, en una ciudad invadida por el mototaxismo, donde falta aún más espíritu cívico y colaboración por parte de los conductores y en dónde conducir es cada vez más riesgoso. Sin embargo, encontramos ahí, un buen resultado.

Desde CESORE haciendo el reclamo y ejerciendo nuestros derechos como ciudadanos y organización de la sociedad civil – a la que tanto hay que apoyar y fortalecer- hacemos un llamado a que en este último año de estos gobiernos ojalá se tomen medidas sobre todo eficaces para evitar tantas pérdidas de vida, muchísimas prevenibles. Estos son para nosotros los problemas prioritarios de Valledupar, junto a los temas de pobreza, empleo, educación y agua potable. Aquí es dónde cómo ciudadanos pedimos se concentren los esfuerzos de las administraciones de gobierno, pero parece que tienen otras prioridades.

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