Hace 20 meses (enero 31/20), la Sección Quinta del Consejo de Estado admitió la demanda de nulidad electoral contra Darling Guevara Gómez como rectora de la Universidad Popular del Cesar (UPC) y tres meses después la sala administrativa suspendió provisionalmente a la funcionaria.
En pocos años han pasado por el cuarto frío de la rectoría 15 rectores, dos titulares y 13 encargados, unos refritos, otros ventrílocuos, otros sin cuerpo ni alma, y otros con las manos atadas, simples firmadores de actos administrativos.
Entre esos rectores están Guillermo Botero, Raúl Bermúdez, Raúl Maya, Jesualdo Hernández, César Torres, Enrique Meza, Abdo Barrera, Alexi Vidal, Carlos Oñate, Darling Guevara, Jesús Valencia, Norberto Díaz, Raúl Gutiérrez, José Sierra y Alberto Luis Cuello Mendoza (actual). Lo anterior significa que entre los años 2005 y 2021 la UPC ha tenido 15 rectores, lo que equivaldría un poco menos de un rector por cada año. Lo legal serían cuatro rectores en 16 años, no menos de uno por cada año.
Lo otro es que, por los corrillos universitarios se afirma que los que verdaderamente mandan en la UPC son los congresistas Ape Cuello y José Alfredo Gnecco (de quien se dice que no será más candidato al Senado), el gobernador de turno y hasta Sergio Araujo, de quien se afirma tiene poder en el gobierno con el Centro Democrático.
Unos estudiantes sostienen que la ingobernabilidad por no tener un rector titular es perjudicial para la UPC y solamente en pensar que hay una jauría de políticos afuera y adentro, mandando, ordenando y señalando, es caótico.
Es más, la ministra de Educación se da el lujo de designar rector encargado y con ello le pone su rotulo de gobierno, vulnerando la autonomía universitaria que está en la Constitución, en donde se reconoce a las universidades el derecho a darse y modificar sus estatutos, designar sus autoridades académicas y administrativas, crear, organizar y desarrollar sus programas…
Los estamentos universitarios sostienen que todo eso pasa mientras los magistrados del Consejo de Estado demoran un fallo a favor o en contra de Darling Guevara. Significa que para acabar con la ingobernabilidad en la UPC hay que esperar el fallo del CE; pero, así como van las cosas, tendrá que seguir ‘corriendo mucha agua por debajo del puente’.
Pareciera que no les importara a los magistrados la suerte de 20 mil estudiantes, 1.500 docentes y administrativos. Incluso, que los procesos se sigan atrasando y que la mano del “poderoso” siga manipulando.
Insisto, el CE deberá tomar una decisión esta semana, destrabar de una vez por toda esa ilegitimidad interina en el principal centro de educación superior del Cesar y la región, es un asunto de necesidad imperiosa. Porque de ser anulada la designación de Darling, inmediatamente el Consejo Superior Universitario tendrá que designar un titular, para terminar el periodo de la demandada. Pero, si es favorable, será ella la titular.
En atención a la interinidad en la rectoría, la falta de compromiso institucional del Gobierno y el Ministerio por sacar adelante a la Universidad Popular del Cesar en sus procesos, le corresponde al Consejo de Estado apurar el fallo.
De mi parte, no creo que los magistrados del Consejo de Estado estén favoreciendo con su silencio a alguien en particular o que han demorado deliberadamente el fallo para que los políticos hagan de las suyas designando rector, pero tampoco meto mi mano al fuego, le tengo pavor al calor y casos se han visto. Hasta la próxima semana.
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