El año 2016 cierra con grandes tensiones en Oriente Medio y la aparición de movimientos populistas tanto en Europa como en EEUU. El panorama para 2017 es de incertidumbre. Este encabezado es una condición clásica del presente inmediato, cargado de incertidumbre, dinámico, cambiante, esquivo y sorpresivo. Esto nos obliga a enfrentar las circunstancias y las decisiones desde cuatro perspectivas: Pasiva (ignorar el cambio), Reactiva (reaccionar cuando ocurra el cambio), Preactiva (prepararnos para el cambio) o Proactiva (construir el cambio).
En el contexto global el comportamiento de los mercados financieros tendrá un desarrollo dictado por el ejercicio del gobierno de Donald Trump. En el año 2017 se celebrarán elecciones generales en varios países de Europa y existe el riesgo de que ganen las opciones populistas que defienden el aislacionismo y el anti europeísmo.
El futuro gobierno de Estados Unidos está cargado de incógnitas. Pero no cabe duda de que el rechazo de Donald Trump a las instituciones multilaterales ponga en peligro la cooperación que tan necesaria resulta para resolver los problemas del mundo actual. Esto puede suponer un problema para las relaciones entre Estados Unidos y la Unión Europea. Mientras que en los años anteriores el acuerdo de París sobre cambio climático y el acuerdo nuclear con Irán supusieron destellos en cuanto al multilateralismo en un momento complicado, en el próximo año el camino no será fácil.
América Latina, Venezuela profundizará su crisis social, política y económica, este devenir conjuga aspectos de orden mundial e interno de carácter institucional y la constante del precio del petróleo. Las proyecciones hacen prever que en 2017 el precio del crudo se mantenga por encima de 45 dólares. Las expectativas económicas de México y Cuba, dependerán en gran medida de las maniobras del presidente Donald Trump.
El gigante Brasil, todavía circula en escenarios de convulsión, originada por la crisis política y económica, ni siquiera resuelta con la destitución de Dilma Rousseff. El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé para Brasil un retroceso del PIB del 3,3 % en 2016 y un crecimiento del 0,5 % para 2017.
Para Colombia, en el frente económico el panorama es bastante retador. De una parte, el impacto de la reforma tributaria, y de otro lado la dinámica que muestren las regiones y lo que vaya a pasar con los precios del petróleo y el dólar; así como el comportamiento de la inflación y el consumo, que marcarán gran parte del camino para el año entrante. 2017 pinta como un año complejo, por la materialización de los acuerdos de paz, que también estará teñido de un tinte político con un país polarizado y con el inicio de la campaña por la Presidencia, que podría dificultar no solo los negocios sino también la dinámica de la economía. (Referencias WFE)
Entre tanto, a los gobiernos de Franco Ovalle y de Augusto Ramírez Uhia, hago extensivo este consejo: “Una visión bien elaborada puede lograr apoyo social y movilizar la energía cívica para una transformación urbana de largo plazo”: Gary Gardner, co-director del libro de la situación del mundo del Worldwatch Institute titulado ‘Ciudades sostenibles’.
Colofón: Amigos Contertulios, un abrazo afectuoso, mis mejores deseos para cada uno de ustedes en el año venidero. Seguimos tertuliando en enero.
@LuchoDiaz12