Gracias a Dios recapturaron a Bayron Palacio Hernández, conocido como el ‘Monstruo de la Sierrita’, alias con el que lo identificaron por ser este el popular barrio de Barranquilla donde llevó a cabo sus aberraciones y graves delitos sexuales contra menores a los que mediante artimañas y engaños los llevaba a lotes enmontados y parajes solitarios, para violarlos. Se “libró” Venezuela de que sus niños fueran victima de un degenerado de esta calaña, el cual al parecer pretendía huir hacia ese país.
Este engendro del mal estaba cumpliendo una condena de 58 años de cárcel cuando una Juez, cometió el garrafal error de otorgarle el beneficio de casa por cárcel, castigo que no cumplió ni un solo día, con el agravante de que al criminal no le pusieron el dispositivo, brazalete o tobillero, que permite vigilar satelital o remotamente para que los prisioneros no salgan de sus casas, a esto se le suma que el Inpec solo cuenta con dos guardianes para pasarle revista a mil condenados que gozan de este beneficio en el Atlántico, lo cual es imposible. Esto permitió que el “Monstruo” no permaneciera un solo momento en el domicilio que mostró como su lugar de residencia, que al final no lo era.
Lo más terrible es que cometió otras violaciones, si bien es cierto que Medicina Legal diagnosticó al reo con Tuberculosis multiresistente a fármacos, la cual es una enfermedad altamente contagiosa y además de eso como su nombre lo indica, difícil de tratar debido a que casi ningún medicamento surte su efecto en ella, debieron buscar un mecanismo para no poner en riesgo a la ciudadanía con un demente de estos en las calles, el Inpec debe vigilar de manera constante a quienes comenten este tipo de graves delitos contra la niñez y representan un inminente peligro para lo sociedad. La Juez Lía Escudero incurrió en un terrible error al permitir salir de prisión a este malhechor, el cual no solo perpetró otra vez los mismos delitos sino que pretendía salir del país, esto fue como soltar a un león hambriento a las calles, por eso fue la indignación de todo un país y tuvo el General Palomino, comandante de la Policía Nacional, que apersonarse de la situación y montar un rápido operativo que permitió su recaptura en casi menos de un día de saberse la noticia.
La justicia colombiana debe hacer un replanteamiento de sus leyes, una reforma urgente en todo el sistema, tanto a nivel físico, en adecuaciones locativas y construcción de cárceles, como a nivel de personal, pues hay una crisis latente, faltan penitenciarias y sobre todo recursos humanos idóneos y preparados, debe haber una purga oportuna para acabar con tanta corrupción, el caso del ‘Monstruo de la Sierrita’ prendió las alarmas porque hace rato la justicia viene cometiendo errores de darle ciertos beneficios a todo tipo de delincuentes. En el caso particular de quienes realizan delitos contra la niñez, quienes incurran en maltrato infantil, pederastia, trata de blancas, esclavitud (porque la hay), quienes utilicen niños para trabajos forzados o no, pornografía, deben tener condenas ejemplares y la justicia debe ser implacable con este tipo de personal, lo de Bayron Palacio no debe repetirse, un sabio adagio dice: “Quien no conoce la historia, está destinado a repetirla” y ya está claro lo que sucede cuando estos “monstruos” están en la calle, hay unas familias afectadas y sobre todo niños que más nunca volverán a ser felices, debido a la pesadilla que este aberrado les hizo vivir.
@juliomceledon