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Monca se fue cantando

A comienzos del año 1964, estuvo en Valledupar un grupo de promotores artísticos del sello discográfico Codiscos de Medellín, que intentaban descubrir nuevas figuras que en el mundillo del vallenato se destacaran para enriquecer el catálogo de esta disquera; estos trajeron consigo una grabadora portátil que instalaron después de una adecuación en el radio teatro de Radio Guatapuri, con la idea de realizar allí grabaciones con la gente talentosa que estuviera en la onda del acordeón y la guitarra.

Inicialmente debutó Aniceto Molina con su conjunto grabando una veintena de obras de su autoría y algunas de Camilo Namen y Arturo Pacific y después con ‘Colacho’ Mendoza y su acordeón, la caja de Rodolfo Castilla, la guacharaca de Adán Montero y los integrantes del Trio Malanga: Hugues Martínez (guitarra puntera), ‘El Quinqui’ Molina (segunda guitarra) y Raúl Moncaleano ‘El Monca’ (maracas y segunda voz), teniendo como compositor invitado a Gustavo Gutiérrez Cabello. La gente del disco quería escuchar voces nuevas y así grabaron de ‘Tavo’ las siguientes: ‘Leonor del Cesar’, paseo, y ‘Recuerdos de Toba’, merengue, vocalizadas por él; ‘Cecilia’, paseo que cantó ‘El Monca’, y cantando Hugues ‘El alazanito’ de Tobías Enrique Pumarejo. En una segunda sesión Isaac Carrillo mostró también con el acordeón de ‘Colacho’ lo mejor de su repertorio.

Todo este material fue prensado en pasta de 78 R.P.M. en la etiqueta Alpha de Codiscos, la cual fue creada exclusivamente para promover la música de nuestra costa norte y que hoy son piezas de incalculable valor para los coleccionistas del vallenato.

El pasado viernes 29 de septiembre en el espacio radial Juglares que dirijo y presento por la emisora Maravilla estéreo 105.7 FM diariamente de 3:00 a 4:00 p.m., los oyentes que son muchos, pudieron escuchar el paseo ‘Cecilia’ de Gustavo Gutiérrez, cantado por Raúl Moncaleano con el acordeón de ‘Colacho’. En esos momentos el tema que estaba programado para sonar era el citado ‘Alazanito’, cantado por Hugues Martínez, pero en un pequeño y afortunado descuido el control de la emisora dejó correr el cantado por Monca, de lo cual me percaté de inmediato, pero lo dejé continuar y al finalizar se hizo la correspondiente aclaración, sin imaginarme que el destino caprichoso, como siempre, premonitoriamente hubiera contribuido a darle una feliz despedida al amigo que 24 horas más tarde silenció su voz, colgó las maracas y se fue a las alturas infinitas, donde solo llegan los hombres de noble corazón y buenos sentimientos como él.

Se fue cantando con la mística alegría que siempre conservó para sus amigos y para su gente y que así podremos recordarlo por siempre, gracias a la magia de la grabación de ese bendito disco, donde quedó el testimonio de su voz cálida y bohemia del artista natural.

Nuestro adiós a ‘Monca’, el buen amigo.

Por Julio Cesar Oñate Martínez

 

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