Gracias a la investigación juiciosa de la periodista Paola Herrera de La W, se destapó otro escándalo de corrupción del gobierno, esta vez en cabeza de la ministra de las TIC, Karen Abudinen, quien entregó un contrato de más de un billón de pesos para suministrar internet a las poblaciones más alejadas, a un tal Consorcio Centros Poblados, que presentó garantías falsas, recibió un anticipo de 70.000 millones de pesos y de inmediato sacó el dinero del país, como forajidos.
No podemos olvidar que la ministra es nieta de uno de los mayores compradores de votos de La Guajira, Nellit Abuchaibe, y consentida del clan Char, así la ubicaron en el gobierno, además de ser muy buena amiga del presidente Duque, desde que trabajaron en el Banco Interamericano en Washington; evidentemente no llegó por méritos, sino por sus conexiones.
¿Por qué la ministra entregó un contrato de tan alto valor a un consorcio sin experiencia, omitiendo empresas de reconocida trayectoria y con musculo financiero de respaldo, a pesar de las advertencias que le hicieron? Por lo de siempre, favorecer a amigos, esta vez del combo de Barranquilla, para después recibir apoyos en campaña de esos mismos contratistas, recordemos que Alex Char aspira a la Presidencia, sin posibilidades, aunque algunos entusiastas e ilusos creen que sí puede llegar dizque porque puso a Barraquilla bonita, sin conocer las estrategias del oso Yogui que cobraba coimas a todo el mundo; tampoco que en la ciudad un 60 % de sus habitantes come solo dos veces por día y otros solo una.
La Arenosa tiene uno de los más altos índices de inseguridad y pobreza, un sistema de transporte quebrado; se nota que solo recorren un sector y no se adentran en barrios como La Chinita, El Bosque, Buenos Aires y Carrizal, solo por citar algunos.
La jugada de Karen era a dos bandas, porque estos mismos contratistas podrían financiar su campaña a la Gobernación del Atlántico, ahora que está terminando su gestión y tiene presupuestado iniciar su campaña, todo un enroque.
En este contrato también está la mano del exgobernador de Cundinamarca Álvaro Cruz, condenado por corrupción, y como por arte de magia aparece un tal Hugo Canabal, aliado de los que no podían faltar, el Clan Monsalvo Gnecco del Cesar, en un proyecto llamado el CDT pesquero, donde desaparecieron 80.000 millones de pesos, hicieron lagunas en el municipio de La Paz donde no hay agua, luego pozos profundos sin licencia ambiental con la complicidad de la Universidad Nacional y en 7 años no han sacado ni un solo pescado.
Un carrusel de aliados corruptos que se unieron para desfalcar al erario porque saben que en la Procuraduría hay otra aliada, Margarita Cabello, todo con el concurso de una ministra que expresó cínicamente que si no recuperaba la plata la enviaran al cementerio, me imagino que al Calancala, una treta para victimizarse. No, ministra, usted no tiene que morirse, solo renunciar y asumir su responsabilidad, al dejar tantos niños sin internet en plena pandemia, con eso es suficiente.
El presiente Duque, quien debía estar indignado, en vez de sacarla la respaldó. Otra causal para que en el reciente estudio Invamer aparezca con la impopularidad más alta en sus tres años, 67 % y, para colmo, creyendo que los colombianos son idiotas, aseguró que el FBI recuperaría el dinero. La telebovela de Sábados Felices.
@JACOBOSOLANOC