Resulta curioso que cada cierto tiempo tengamos que tocar los mismos temas y hacernos “cansones” por lo reiterativo de las notas. Pero no hay de otra. Seguimos patinando en el mismo lodo que desde hace tiempo cubre nuestro camino. Que Fredys Socarras si, al final no.
Que luego Tuto Uhía sería la panacea, después que no, que salió peor el remedio que la enfermedad comenta la comunidad. Hay nubes que ennegrecen el cielo de nuestro soñado panorama político departamental y municipal, como si en realidad los únicos capaces de orientar los designios del Cesar fueran los mismos de siempre o los que ellos quieran. Más de lo mismo. Ahora vienen dieciséis nuevos concejales, ya vemos a más de uno comprando la guayabera y vestidos por diseñadores famosos para la posesión. Una palomita de seis meses que el Ecce Homo les cumplió a algunos por ahí.
En esta oportunidad no hubo tantos voladores ni mariachis celebrando, como la vez pasada, pero la alegría abraza a varias familias vallenatas. Recordamos que el capitán del equipo azul dañó la fiesta que tenían en esa época aquellos que hoy vuelven a sonreír. ¿La danza de los millones se quedó sin ritmo? Lo que se rumora es que vienen por los tres que quedaron. Me imagino que hay veladoras encendidas. Dios se apiade de la política local y de sus dirigentes. Ayer estuvo el señor presidente en Valledupar y con él trajo un discurso de esperanza. Duque aprovechó el marco del taller Construyendo País para hacer la puesta en marcha del Plan Nacional de Desarrollo, denominado ‘Pacto por Colombia, pacto la equidad’ desde allí lanzó un mensaje, un llamado a la unidad, instó a dejar de lado las voces de división.
Sostuvo que “hay que dejar atrás esos sesgos ideológicos, la ponzoña para apostar al fracaso del prójimo” y destacó que por el contrario “estamos jalonando para el mismo lado”. Buen mensaje presidente y además muy oportuno en esta época en donde los candidatos se olvidan de esas premisas, tomemos como ejemplo la Universidad Popular del Cesar.
Lejos están muchos de llevar un mensaje académico, y se rasgan las vestiduras sacándoles “los trapitos al sol” a los demás y dando ejemplo de alacrán ponzoñoso. Otra vez los asesinatos de hombres y mujeres: ¿Volvieron los falsos positivos? Siguen los pelaos “matándose” con las llantas de los camiones de carga, sin responsabilidad de nadie, ni siquiera de ellos. Siguen los médicos irresponsables dejando morir a niños inocentes que llegan caminando a los hospitales y salen sin vida en brazos de sus padres adoloridos. Paz en la tumba de Valery mi apreciado amigo ‘Chocolatín’ sentimos tu dolor. Seguimos en las mismas y nadie toma conciencia de ello; mientras tanto se pierde la confianza en los dirigentes, en las instituciones de control y sus administrativos, se debilita la gobernabilidad, no se cree en los líderes políticos.
¿Hasta cuándo? Hasta cuando este pobre pueblo quiera. ‘Yiyo’ Martínez sigue denunciando. Sólo Eso.