Poco, para no decir nada, ha avanzado el mandato de la Unesco para salvar el vallenato. El nueve de diciembre cuando la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura se pronunció sobre la inclusión del folclor vallenato en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial que requiere medidas urgentes de salvaguardia, muchos celebraron, pero no pensaron que el trabajo que venía después.
Es ese trabajo que hace parte del Plan Especial de Salvaguardia (PES) el que está atollado. No ha comenzado. El Comité de Seguimiento a este Plan se pronunció y expresó su preocupación por los pocos avances que se advierten en la implementación de las iniciativas de protección incluidas y debidamente avaladas por la Unesco.
En un documento firmado por Carlos Llanos Diazgranados, encargado de la Secretaría Técnica del Comité de Seguimiento al PES en representación del Clúster de la Música Vallenata, el compositor Rosendo Romero, quien representa al vallenato ante la Unesco, y otras diez firmas de gestores culturales, aseguran que desde diciembre a la fecha no se han dado Acuerdos, Ordenanzas, Decretos y Leyes necesarios para la implementación de medidas y recursos para la “salvaguardia urgente” del patrimonio inmaterial.
Aseguran textualmente que “No han surtido ningún efecto las diferentes propuestas y correspondencia que sobre el particular ha presentado nuestra Secretaría Técnica, ni los pronunciamientos de los miembros del Comité de Seguimiento al PES, a pesar de haber obligatoriedad legal para la aplicación del 0.5 % de los recursos del IVA a la telefonía celular y de ser objeto de aplicación presupuestal en los diferentes planes de desarrollo municipales y departamentales”.
La Unesco dio un término de cuatro años para tomar las medidas pertinentes que ayuden a salvar el vallenato. Pero cuando pronto se cumplirá un año, solo se “observan acciones de poca trascendencia e impacto para el fin que se persigue, habida cuenta de que responden a proyectos que se venían adelantando, antes de producirse el reconocimiento de la Unesco, como son algunos apoyos a escuelas de música vallenata, apoyos a festivales de este género y a escasa promoción radial y televisiva de composiciones vallenatas y las historias que contienen las vivencias de los juglares que le han dado relevancia a la música vallenata tradicional”.
Esta es la conclusión de los miembros del Comité de Seguimiento al Plan Especial para la música vallenata tradicional. No le han hecho eco al llamado de la Unesco y si siguen así, se cumplirán los cuatro años y nada habrá pasado.
Lo que manifestó la Unesco el año pasado no fue un premio, fue una voz de alerta sobre la posible desaparición de uno de los elementos de mayor incidencia en la identidad cultural de la región Caribe y que ha penetrado otras culturas del orden nacional. ¿Por qué no les interesa a los gobernantes ni a los políticos?