El país sigue viviendo un proceso escalonado y progresivo de desinstitucionalización, todo esto orquestado desde el ejecutivo. Cuando a Petro y al nido de ratas que tiene en gobierno la institucionalidad les incomoda, lo más sencillo es descalificar a los funcionarios que detentan dichos cargos y generar un ambiente de inseguridad jurídica y moral donde se “pesca en río revuelto”.
Con profundo respeto por la Corte Suprema de Justicia, porque como abogado valoro y comprendo su rol dentro de la rama judicial y como uno de los entes principales que aportan a respetar la tridivisión del poder, le hago un llamado a sus magistrados para que se abstengan de elegir fiscal general, de la pobrísima terna que hizo llegar Petro al Palacio de Justicia. Conozco desde mis épocas de estudiante de Jurisprudencia de la Universidad del Rosario al Dr. Gerson Chaverra Castro, actual presidente de la Corte. Yo estaba adelantando mis estudios de pregrado a finales de los años 90, cuando el Dr. Chaverra viajaba constantemente del Chocó a Bogotá, debido a que se encontraba cursando estudios de especialización en Derecho Procesal Penal en la misma alma máter. Un par de veces almorzamos y sostuvimos muchas conversaciones acerca de la realidad nacional; siempre quedé muy impactado por sus capacidades e inteligencia.
Hombre probo, honesto, serio, gran servidor público, de aquellos que uno ansía tener por montones en la administración pública. Sinceramente les digo que nos da mucha tranquilidad saber que es el Dr. Chaverra quien hoy preside la Corte. Sus declaraciones de la semana pasada, una vez el Palacio de Justicia fue sitiado por facinerosos que mantuvieron secuestrados a los magistrados por largo tiempo, con el argumento de que no los dejarían salir de edificio hasta no haber elegido a la nueva fiscal general, fueron contundentes, claras y transparentes. El Dr. Chaverra no tiene pelos en la lengua, ha venido diciendo lo que realmente sucedió a las afueras del palacio; obviamente su narrativa choca con la que ha venido manipulando el Gobierno nacional.
Por ningún motivo los magistrados pueden ser vulnerados en su independencia y autonomía para tomar decisiones, son varios los momentos en la historia de Colombia en los que la elección del fiscal general toma tiempo y ello implica que quien venía ejerciendo como vicefiscal, asume dicha posición en interinidad. Esto no es nuevo. La ley impone unas mayorías calificadas para la elección, mayorías que, de no lograrse, mantendrán como fiscal general encargada a la Dra. Martha Mancera que, dicho sea de paso, cuenta también con todo nuestro apoyo y respeto.
Manifestamos públicamente nuestra solidaridad con una funcionaria seria, decente, que viene siendo sistemáticamente afectada y desprestigiada por comentarios mal intencionados de Petro. Como la señora está detrás de varias de las investigaciones que tendrían serias implicaciones en el gobierno, la atacan sin misericordia, la acusan de ser una criminal, de la misma talla de los que hoy fungen como gobierno. No señores, por ahí no es, defenderemos al estado social de derecho y a la institucionalidad que tanta incomodidad genera en el ejecutivo. Si a ellos les molesta y preocupa, ello es muestra de que las cosas se están haciendo bien. Nadie está por encima de la Constitución ni de la ley, mucho menos un gobernante, con pasado guerrillero, a quien la ley le permitió amnistiarse. Seguiremos denunciando.
Mientras tanto, aplaudimos el reciente fallo de la Corte Constitucional que cambió decisiones anteriores de la Corte Suprema de Justicia que declaraban al Estado colombiano y al Club El Nogal, responsables solidarios por la bomba que allí detonaron las FARC, la noche del 7 de febrero de 2003. También se cambió la decisión de la Sección Tercera del Consejo de Estado, que había declarado al Estado colombiano responsable del mismo hecho. Los únicos responsables de dicho acto son las FARC que, hasta ahora, no han respondido por esos hechos, protegidos por una política de impunidad proferida por el mal llamado proceso de paz.
Jorge Eduardo Ávila