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La radiodifusión en Colombia

El trece de los cursantes mes y año se celebró el Día Mundial de la Radio, asunto para mi apasionante, motivo del presente escrito. Se atribuye a Barranquilla el haber sido la cuna de la radiodifusión comercial en Colombia, ya que para 1949 el gobierno presidido por Miguel Abadía Méndez y siendo su ministro de Correos y Telégrafos el barranquillero Francisco Carbonell González se otorgó licencia de funcionamiento a la emisora «La Voz de Barranquilla» (HKD) propiedad de Elías Pellet Buitrago, ingeniero e hijo de un norteamericano residenciado en «La Arenosa».  La trasmisión inicial fue casi toda en vivo, salvo la reproducción de una pasta de 78 r.p.m. del sello Columbia, enviado desde Panamá. 

En 1935, propiedad del mismo Pellet, y similar nombre y a no dudar fue el antecedente próximo de esa primera estación comercial, existía la denominada Estaciones Radiodifusoras La Voz de Barranquilla con las siguientes características técnicas: indicativos del Ministerio de Correos y Telégrafos HJ1ABB y operaba en 6447.2 kcs y con una potencia de 300 vatios, lo que garantizaba una audiencia a larga distancia por las características de propagación de la onda corta y otro trasmisor distinguido con las siglas HJ1ABA, que operaba en 1330 kcs con una potencia de 150 vatios, suficiente para cubrir a la Barranquilla de entonces. 

Hace algún tiempo me tropecé con una publicación hecha en 1935, denominada «Short wave Station List», la que en sus páginas 226 y 227 relaciona una serie de emisoras en Colombia y el resto del mundo que trasmitían en onda corta, y que eran reconocidas oficialmente con base a convenios internacionales sobre la materia, que aún hoy rigen sin mayores variaciones en cuanto a la asignación de indicativos se refiere.

En la Costa Caribe funcionaban la HJ1ABD de Cartagena (La Voz de los Laboratorios Fuentes) en 7281 kcs, la HJ1ABJ de Santa Marta 6006 kcs. Barranquilla, Cartagena, Santa Marta , Sincelejo y Ciénaga, la HJ1 ABH en 6225 kcs. En Bogotá La Voz de Colombia HJ3ABX, Manizales, Ecos de Occidente, Cali, Tunja, Medellín Ecos de la Montaña, con un trasmisor Collins para onda corta de 100 vatios y otra en Cúcuta.

El haber estado en esa lista equivalía a una especie de cuadro de honor pues en el mundo de esos tiempos no eran muy numerosas las ciudades que poseían radiodifusoras entre las que menciono a Moscú, New York, Montreal, Caracas, Nagasaki, Viena, El Vaticano.

Esas primeras trasmisiones fueron en amplitud modulada, (AM) pero en onda corta, tenían cobertura en su zona aledaña y por el fenómeno de rebote se escuchaban inclusive fuera del país. 

Luego vendría la amplitud modulada en onda media que reinó decenas de años. En Valledupar operaron simultáneamente Radio Guatapurí, La Voz del Cañahuate, Radio Valledupar, La Voz de Macondo, La Voz del Cesar y Radio Reloj. Seguidamente hizo presencia el sistema de Frecuencia Modulada (FM) que es el que utilizan la mayoría de las estaciones difusoras de hoy. El país se llenó de cientos de pequeñas emisoras de FM y existen en los más pequeños municipios. Algunas cumplen con el desempeño esperado, pero en general son simples reproductoras de música ramplona. De eso no se trataba.

Jaime García Chadid 

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