Estuve de vacaciones un mes, sin escribir esta columna que escribo desde hace 25 años en este diario, obra y gracias al acucioso visionario del periodismo vallenato Dickson Quiróz Torres, fundador de este medio en septiembre del año 1994, quien me propuso la idea.
A pesar que Dickson estudió derecho en Popayán, se convirtió en el adalid del periodismo escrito en Valledupar y luego en un fugaz político. Podría asegurar que Dickson es más periodista que abogado y político, porque él vive este oficio que, junto a la docencia, son los cargos más maravillosos del universo para enseñar, investigar e informar.
También podría decir que el periodismo escrito nació en el Cesar con Lolita Acosta (fallecida) fundadora en 1980 del Diario Vallenato y Dickson con EL PILÓN.
Pero no crean ustedes que las vacaciones fueron solo para disfrutar la libertad, no. Me tocó vivir el nuevo estilo de vida interactuando con varios grupos de WhatsApp, cada uno con estilo propio. El grupo de la familia es el menos complicado porque no hay la misma intensidad como el de ‘Los columnistas’, de EL PILÓN, que es prolífico y temático.
Entre ellos Safady, Rosendo Romero, Hugo Mendoza, Napoleón de Armas, Edgardo Mendoza, Luis Díaz, Miguel Aroca, ‘Toño’ María Araujo, Jacobo Solano, José Aponte, Eduardo Santos, JuanRincón, Julio Oñate, Amilkar Acosta, Jorge Nain, Darío Arregoces y nuestra única mujer: Cenaida Alvis.
Tenemos en este grupo alcompositor más prolífero de la música vallenata: Rosendo Romero
Ospino, con quien cada día aprendemos algo de su maravilloso arte. Este grupo es iracundo y acucioso, especialmente en el tema político. Hay desde encarnizados petristas, hasta radicales uribistas. Pero el azuzador es Safady. Así como en otros grupos, en el nuestro, de columnistas también se salen del grupo y a cada momento hay discusiones. Sin embargo, impera la sapiencia de los participantes. Como testigo de excepción está nuestro editor Oscar Martínez.
También, estoy en otro grupo de docentes de la Universidad Popular del Cesar. Este grupo tiene casi 30 mujeres y pocos hombres. Es un matriarcado, bajo la dirección de la docente y abogada Ada Luz
Colmenares. En este grupo la temática es la educación. Allí hablamos de pedagogía, de propuestas educativas, del vocabulario propio de la educación superior y de la universidad; docencia, investigación, extensión, recurso humano, innovación, desarrollo tecnológico y además, la promoción de la cultura.
Participo también en el grupo “Varones de la Familia”, integrado principalmente por los apellidos Movilla Zuleta y todas sus descendencias. En este grupo no hay mujeres ni menores de edad. Es un grupo que tiene como lema la familiaridad, nadie tiene derecho a enfadarse ni a salirse, de lo contrario paga penitencia.
La “mamadera de gallo” y el desenfreno de los temas no tienen censura. Cada quien dice lo que tiene que decir o sube el archivo que desee cuando quiera. Como hay músicos en el grupo estamos al día en asuntos musicales.
Otro grupo es el denominado ‘Liceo Celedón’, lo integramos compañeros del colegio samario, en donde cursé mis primeros cuatro años de bachillerato y terminé en el Agustín Codazzi, de Codazzi. Allí estamos 24 compañeros de curso. Es un grupo homogéneo, muy candente. Hemos tenido varios reencuentros en Santa Marta, en la casa campo –Vía a Bonda- de nuestro gran anfitrión, compañero y arquitecto, César de León.
En fin, me incorporo hoy con esta columna, numero 696 publicada en este medio (EL PILÓN) que me acogió y en donde he forjado un contenido para la sociedad que es al final a la que nos debemos todos. Hasta la próxima semana. tíochiro@hotmail.com. @tiochiro.
Por Aquilino Cotes Zuleta