Dos ciclos, dos fracasos, esa es la situación que vivió el técnico Arturo Reyes en el Junior de Barranquilla. Actualmente el conjunto barranquillero se encuentra en la última posición de la liga Betplay Dimayor con 6 puntos y una campaña decepcionante. La ilusión era conseguir la décima estrella y la Copa Sudamericana, que en un partido muy pobre fue eliminado por el Deportes Tolima tras ser derrotado en la ciudad de Ibagué 1-0.
En las dos competiciones se le vio la falta de química con el equipo y el poco compromiso de los jugadores con la institución rojiblanca.
El máximo accionista Fuad Char para este 2023 requirió jugadores de la región (costeños), con el objetivo de que sintieran la camiseta y los resultados cambiaran tras la falta de un volante 8 y un delantero suplente de Carlos Bacca. Solicitó a los campeones con el Deportivo Pereira el semestre pasado, Leider Berrio y Brayan León Muñiz, pero no han estado a la altura teniendo un rendimiento del 30%, Carlos Sierra no ha vuelto a su nivel que le vimos un día en el América de Cali y la única contratación que ha demostrado lo que vale es Juanfer Quintero, su compromiso ha sido inminente, con buenas actuaciones que lo han hecho el jugador más destacado del equipo tiburón.
En sus dos etapas Arturo Reyes ha sido un técnico sin ideas, un sistema de juego que no ha funcionado en junior y se nota que los jugadores y él tampoco se llevan de la mano, por eso pienso que el tiburón necesita técnicos de categoría como Alfredo Arias actual entrenador de Peñarol o Gustavo Costas, quien fue bicampeón con Independiente Santa Fe, hasta podría decir Reinaldo Rueda campeón dos veces con Atlético Nacional de la liga , ganador de Copa Libertadores, los tres conocen muy bien el futbol colombiano hicieron buena gestión en los equipos que dirigieron y pueden ayudar al conjunto barranquillero a retomar el rumbo que un día lo llevó a la gloria.
Arturo Reyes a lo largo de su carrera solo le ha ido bien en las divisiones menores de selección Colombia, en procesos de jugadores jóvenes que puedan dar un salto en el profesionalismo, pero le cuesta dirigir proyectos deportivos como el del equipo tiburón, que quiere ganar a corto plazo y generar historia y títulos para su hinchada y el buen nombre de la institución.
Por Rodrigo José Morón Henríquez