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Los 471 años de Valledupar

FOTO/JOAQUÍN RAMÍREZ.

Hoy Valledupar cumple 471 desde su fundación que fue un 6 de enero de 1550 por los conquistadores españoles, el capitán Hernando De Santana y Juan De Castellanos, en el siglo XVI.  Desde entonces en esta región del país se empezó a tejer una historia teñida de grandes momentos,  vivencias, mitos y leyendas que según historiadores no pueden ser olvidados; por el contrario, deben preservarse a fin de que las generaciones futuras conozcan su origen y también lo preserven.

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La historia cuenta que Valledupar es una palabra compuesta: Valle porque geográficamente está a orillas del río Cesar y  Upar como referencia al cacique Eupari, un indígena chimila que gobernaba la región antes de la llegada de los conquistadores españoles.

En la casa de La Cruz Roja funcionó la primera funeraria de la ciudad. FOTO/JOAQUÍN RAMÍREZ.

El historiador y exsecretario de Cultura de Valledupar, Tomás Darío Gutiérrez, contó que no hay que olvidar ni dejar a un lado que antes de la llegada de los españoles había una ciudad, donde estaba el rey de todo el Valle de Upar, que iba desde el Magdalena hasta el centro de La Guajira.

“Era el territorio de la nación de los indígenas Chimilas, con un cacique al que todos los demás caciques le obedecían. En 1531 pasó por aquí un alemán que sin motivo alguno  mató al cacique de los indios y quemó la ciudad; todo parece indicar que la ciudad quedaba donde hoy está el área de Los Mayales porque es el único lugar donde hay muestras arqueológicas”, relató Gutiérrez.

Igualmente contó que en 1544 llegó Alonso Luis De Lugo, hijo del anterior gobernador que fue Pedro Fernández De Lugo, quien trajo de Santa Marta un ejército de más de 1.800 hombres, entre ellos Gonzalo Jiménez de Quesada.

Dijo que para esos años aquí quedó el comandante Alonso Luis De Lugo, quien se fue hasta Dibulla y logró robar oro a los indígenas; luego se escapó a  España en lugar de ir a llevar el oro al gobernador  y se lo entregó al rey para conseguir que lo nombraran gobernador, cuando regresó a reemplazar a su padre este ya estaba muerto. 

Luego este hombre se fue al Cabo de la Vela donde torturó a unos venezolanos que estaba sacando perlas y allá le llegaron dos hombres que era del ejército antiguo de Santa Marta como fueron el capitán Francisco Salguero y San Martín, y como no quería que viera las cosas malas que estaban haciendo les dio la orden inmediata a Salguero de fundar una ciudad en el Valle de Upar y a San Martín a orillas del río Magdalena. Pero Salguero no le hizo caso y no fundó la ciudad; esto pasó en 1544.  En esa época había mucha corrupción partiendo de gobernadores bandidos que España nombró a un gobernador de gobernadores que fue Miguel De Armendariz, este tomó  la determinación de fundar una ciudad dentro de la provincia, entonces le dio la orden al capitán Hernando De Santana y lo mandó con una tropa, y se fundó la ciudad, pero no hay escritos que digan cuáles fueron las casas que hicieron ni dónde; quizás algunos ranchos de paja”, describió Gutiérrez.

Tomás Darío Gutiérrez, historiador. FOTO/JOAQUÍN RAMÍREZ.

También contó que la ciudad que hoy conocemos como el Centro Histórico no es producto de la acción de Hernando De Santana, sino de un gobernador posterior en 1580; el vasco Don López De Orozco, quien trajo  la ganadería y construyó ocho manzana de casonas coloniales que pudieron servir de castillo y amuralló la ciudad.

Estas murallas eran de adobe, gruesas y altas; en el siglo XVII las murallas seguían y se hicieron para prevenir ataques, uno de estos los de los Tupes y Chimila aliados, que dio como resultado lo que se conoce como la leyenda vallenata, eso sucedio el 19 de diciembre de 1580, a raíz de esto don López De Orozco toma la determinación de construir la ciudad y de protegerla con murallas para evitar los ataques indígenas”, aseguró el historiador.

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Añadió que desde la época de la colonia se consideraba a Valledupar una ciudad metropolitana porque había comunidades indígenas que eran dirigidas por un cacique mayor.

URBANISMO

Pese a que no hay documentos que así lo certifiquen, pero sí relatos de residentes antiguos del ‘Viejo Valledupar’ se tiene conocimiento que los primeros barrios que empezaron a constituir urbanismo fue La Garita, esto porque a las afueras de la ciudad amurallada había precisamente una garita donde los guardias españoles hacían la vigilancia. Luego vino el Cañahuate,  La Guajira, San Joaquín, San Jorge, El Carmen, El Centro y El Kennedy.

Darío Enrique Molina Ramos tiene 60 años de vivir en el barrio La Garita a donde llegó en su preadolescencia procedente del Molino, perteneciente al departamento de La Guajira, de donde es oriundo.

En esos años La Garita o El Cerezo eran muy tranquilos, era un paraíso, incluso el balneario Hurtado no se usaba porque las personas atravesaban este barrio para bañarse a orillas del río Guatapurí, en la margen derecha, porque habían al menos 11 pozos limpios. Las lavanderas pasaban por acá con las cestas llenas de ropa para lavar a orillas del río”, contó Molina Ramos, mientras en su mirada se notaba el recuerdo que lo embarga con añoranza.

Darío Enrique Molina Ramos, habitante del barrio La Garita. FOTO/JOAQUÍN RAMÍREZ.

Asimismo dijo que las primeras familias en habitar este barrio fueron la de Margot Cabello, la de los Tapia Guerra, Dolores Tomson, los Merillos y los Aramendiz. “Había uno que decía que era el cacique de los indios, los Molina Ramos, los Casas Pinto, la casa de Mercedes Morales.  Acá se hacían bailes, tertulias, verbenas, todo era agradable no había la inquietud de un atraco; todo esto se extraña. Se constituyeron juegos de dominó y barajas; el que atendía y aportaba los elementos para jugar cobraba un impuesto que lo denominó la garita, decía: ‘paguen la garita’”.

Otro de los personajes de este ‘Viejo Valledupar’ es Francisco Javier Valle Cuello, un historiador de aproximadamente 80 años, con un gran registro memorial.

Los barrios empezaron a crecer de una manera súbita con pobladores de acuerdo a su patrimonio. Donde actualmente está la Universidad de Santander quedaba la casa de uno de los personajes más icónicos de Valledupar como lo fue el coronel Francisco Javier Valle, quien trajo a esta ciudad el cine, la primera planta eléctrica, el abanico, el hielo y la radio. Estuvo en la guerra de los Mil Días en 1900. Estuvo en Ecuador y trajo el trapiche para procesar la caña y realizar panelas, luego fue a Panamá y aprendió a manejar lo que es un contenido de ciudad y empezó a darle carácter a Valledupar”, contó Valle Cuello.

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Refirió que una  de las casas que tuvo mucha connotación fue la casa donde está la Cruz Roja, que era de propiedad de Casto Socarrás; un ebanista que también fabricaba ataúdes y por tanto la vivienda  se convirtió en la primera funeraria porque ahí mismo velaban a los muertos. También sirvió de terminal porque de ahí salían los carros que iban para San Juan del Cesar.

En este barrio los primeros pobladores fueron familias de respeto, religiosos y de consideración.  Los callejones fueron una connotación especial de los habitantes; la cabeza del pueblo estaba en Valencia de Jesús, allá estaban los españoles, pero los indígenas Chimila estaban aquí.  Los españoles decidieron venirse para acá porque aquí había más españoles y había exclavitud.  Los archivos más viejos de Valledupar datan de 1720 escritos por Amanuense que era un notario español que escribía la fe pública y todo el patrimonio, todo eso le daba una categoría de personaje superior. Hay algo muy importante que tiene esta ciudad y se deben conservar, son los ejidos, estos son un patrimonio”, subrayó Francisco Javier Valle Cuello, nieto del coronel Francisco Valle.

: Francisco Javier Ovalle Cuello, nieto del coronel Francisco Valle. FOTO/JOAQUÍN RAMÍREZ.

Actualmente Valledupar está constituida por 25 corregimientos, 102 veredas, 6 comunas y alcanza 677.941 habitantes.

La ciudad es un importante centro para la producción agrícola, agroindustrial y ganadera en la región comprendida entre el norte del departamento del Cesar y el sur del departamento de La Guajira, en el punto intermedio de las dos cuencas de explotación carbonífera más grandes del país. También es uno de los principales epicentros musicales, culturales y folclóricos de Colombia por ser la cuna del vallenato, género musical de mayor popularidad en el país y actualmente símbolo de la música colombiana.

Anualmente atrae a miles de visitantes de Colombia y del exterior durante el Festival de la Leyenda Vallenata, máximo evento del vallenato, género musical incluido en la lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, en la lista de salvaguardia urgente por la Unesco.

POR MILAGRO SÁNCHEZ FLÓREZ/ EL PILÓN.

Categories: Valledupar
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