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Los 461 días que le faltan al alcalde

Hoy se realiza por parte del alcalde de Valledupar, Augusto Ramírez Uhía, un informe de la gestión de sus primeros 1.000 días de gobierno. Aunque el mandatario tiene muchas gestiones buenas para mostrar, consideramos que hay importantes tareas pendientes con la sociedad vallenata.

Más que centrarnos en sus 1.000 días como alcalde, queremos exhortarlo a priorizar los retos para los 461 días que le restan en el palacio municipal.

Las inversiones en infraestructura son buenas, pero la mayoría no suple las verdaderas necesidades de las comunidades. Felicitamos al alcalde por los monumentos como aporte a la promoción del turismo y por la renovación de los parques que incentivan la recreación y el deporte, pero la administración no ha sido eficiente en la priorización del gasto. Los índices de desempleo (que supera el 14%, según el Dane) y pobreza (según el DNP) de la ciudad están entre los más altos del país, por lo que debe dársele mayor énfasis a las estrategias para bajarlos. Aunque la economía de una ciudad no depende estrictamente de las acciones de su mandatario, sí influyen.

Le restan 461 días para tratar de mejorar la calidad de los servicios públicos, especialmente de los prestados por la empresa pública de la ciudad, Emdupar, en cuanto a acueducto y alcantarillado. Esperamos que el hecho de que la entidad haya empezado a mejorar el recaudo esto se refleje con inversiones para su área operativa y se garantice la continuidad del servicio.

En salud es lamentable que servicios elementales, como la urgencia del Hospital Eduardo Arredondo sede San Martín, en el sur de la ciudad, lleven más de un año cerrados.
También se debe acelerar el proceso para mejorar el transporte público. El mototaxismo, la falta de rutas y mal estado de los buses, entre otros factores tienen a las empresas transportadoras en crisis, por lo que urgen estrategias de más calado, pues no ha sido suficiente prohibir parrilleros, un día sin moto, etc. Destacamos esas medidas para hacerle frente al transporte informal y promover el legal, pero sin lugar a dudas hay que redoblar esfuerzos en materia de inversión para que haya un eficiente sistema estratégico de transporte.

Además, los problemas de movilidad son evidentes con semáforos intermitentes, la señalización afectada por la misma comunidad y también con la falta de cultura ciudadana de los conductores, la cual lleva a la anarquía y eclipsa aún más la regular labor de las autoridades de tránsito.

La calidad de la educación y seguridad, en la que no ahondaremos en esta oportunidad, tampoco ha mejorado. Y como en el resto del país, hay un gran reto en cuanto al manejo de los migrantes venezolanos que robustecen los cordones de miseria que ya eran considerables en la población cesarense, que en 2017 figuró cómo el tercer departamento más pobre de Colombia con un índice 13.0%.

No pretendemos fustigar al alcalde, queremos al igual que él lo mejor para el municipio. En la recta final de su mandato, lo invitamos a que haga propuestas y anuncios que sean factibles para no generar falsas expectativas, como ocurrió con varios proyectos, entre los que destacamos el deprimido en la Glorieta Los Músicos y la construcción de la nueva plaza de mercado, que permanecen en el papel porque no puede financiarlos.

Al evento de hoy en el Colegio Rodolfo Campo Soto de Comfacesar, debe asistir la comunidad en general para que cada ciudadano tenga mayores elementos de juicio para tomar sus decisiones y sentar posiciones. También es necesaria la presencia de los aspirantes a suplir al alcalde, para que tomen apunte de lo que se está haciendo y proyecten mejor sus propuestas para los grandes desafíos de Valledupar.

Categories: Editorial
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