En la madrugada de este lunes fue liberado el ganadero Cristo Humberto ‘Beto’ Rozo, de 72 años, quien había sido secuestrado el pasado 4 de diciembre cuando salió de su finca ubicada en la vereda Campo Alegre (Norte de Santander) hacia Aguachica. Al parecer, fue interceptado por sujetos armados que se lo llevaron junto con su camioneta.
Hasta el momento las autoridades no han entregado detalles del operativo. Sin embargo, su hijo Ernesto Rozo dijo a medios de comunicación que su padre fue dejado en libertad alrededor de las 4:00 de la mañana de este 30 de diciembre en zona rural de los municipios de Aguachica y Gamarra, sur del Cesar.
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“Encontramos a mi papá en un estado de salud no muy bueno, lo que nos hace pensar que esa fue la presión que se les generó a los delincuentes para que lo dejaran en libertad…”
“Esta mañana nos entró una llamada de unos campesinos, que alrededor de las 4 de la mañana es dejado en libertad en zona rural entre Aguachica y Gamarra. Las autoridades van hasta el lugar y encontramos a mi papá en un estado de salud no muy bueno, lo que nos hace pensar que esa fue la presión que se les generó a los delincuentes para que lo dejaran en libertad y estamos esperando el parte médico, confiando en que todo va a salir bien, de que aunque nuestra Navidad no fue una noche buena, esperamos pasar el año nuevo con él”, dijo Ernesto Rozo.
Al tiempo, mencionó que en ningún momento tuvieron contacto con los raptores de su padre y pidió a las autoridades mayor seguridad en esa zona del país donde ya se han presentado varios hechos de violencia en lo corrido del 2019.
“Nosotros no alcanzamos a tener comunicación con los delincuentes, pero hasta el momento tampoco hemos definido si nos vamos a ir a otra ciudad o nos vamos a quedar acá (Aguachica) y a seguir los consejos de la autoridad para la seguridad al respecto”.
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Cristo Humberto Rozo recibe atención médica en una clínica de Aguachica y sus familiares definirán si en las próximas horas será trasladado a Ocaña, quien tras su liberación expresó estar “muy contento de haber salido con vida de allá”.
Por su liberación las autoridades del Cesar ofrecían una recompensa de 50 millones de pesos a quien brindara información sobre su paradero.
Por: Carmen Lucía Mendoza Cuello / EL PILÓN