Mucho se habla sobre el cuidado de la piel, las rutinas de skincare, los incontables números de productos, las mejores terapias para mejorar o conservar la juventud y lozanía de la piel, pero la realidad es que no todas las personas tienen acceso a dichos productos o simplemente no son “amigos de las cremas” para el cuidado de la piel.
Pues bien, necesitamos conocer unas cuantas verdades para alcanzar el grado mínimo de conciencia que nos lleve a cuidar nuestra piel con esmero y más allá de la estética lograr una piel saludable.
Recuerda que la piel no entiende de género, el cuidado de la piel debería ser ley para todos y ser aprendida desde la edad temprana. Cindy Crawford lo dijo: “El rostro que tienes a los 25 es el que Dios te dio, pero el que tienes a los 50 es el que te has ganado”.
¿Sabías que el sol es el responsable del mas del 80% del envejecimiento de tu piel? ¿Sabías que irte a dormir con maquillaje puede hacer que tu piel envejezca 7 veces más rápido?
¿Sabías que no tomar suficiente agua ocasiona una caída en la humedad de la piel y la hará lucir deshidratada y áspera? ¿Sabías que al exfoliarte con azúcar aceleras el proceso de envejecimiento en tu piel?
Pues bien, es importante saber que más allá de los productos que utilices o no en tu rutina diaria, lo mas importante son tus hábitos de cuidado. Tu piel podría mejorar notablemente si lavas tu rostro antes de ir a la cama, ¡si lo haces con agua fría sería un plus! Empieza a consumir más agua, trata de tomar al menos 8 vasos de agua al día. Evita las mascarillas caseras o productos de la alacena, la mayoría pueden ser muy agresivos para tu piel. Y, por último, pero no menos importante: ¡que no te falte el protector solar!
El protector solar es el producto más importante a la hora de retrasar el envejecimiento. Rompamos el mito que el protector solar es solo para exponernos al sol, también debes usarlo cuando no salgas de casa y aplicarlo al menos 3 veces al día.
Debes elegir el protector solar de acuerdo a tu tipo de piel. Las pieles mixtas a grasas deben optar por un protector en gel o libre de grasa. Las pieles secas y normales deben usar uno en crema o loción. Evita los cosméticos y prefiere los protectores solares dermatológicamente testeados.
El cuidado de tu piel está en tus manos, el momento de empezar es ahora.