La verdad es que no me ha gustado nada la decisión del alcalde de New York de premiar con 100 dólares, casi 400 mil pesos, a las personas que acudan a vacunarse. Me gusta más la determinación del presidente francés de sancionar a quien no lo haga. Ese ejemplo no es bueno, ellos lo pueden hacer porque tienen los recursos disponibles, pero en países subdesarrollados como el nuestro, para hablar más claro en el escombráis, se verán en apuros para hacerlo, porque eso se va a regar como pólvora y todo el que no se ha vacunado va a pedir platica para dejarse inyectar.
Ojalá me equivoque y mi pesimismo no prospere, pues al malo, al que no quiere vacunarse, lo premian para que lo haga y al que ya lo hizo ¡qué!, pescao, se me parece a algo así como los acuerdos con la guerrilla que les dieron todo y no han devuelto nada. Puedo estar equivocado con esta comparación, pero no sé por qué recordé al expresidente Santos pareciéndose al alcalde de New York.
En cambio me gustaron las medidas de Emmanuel Macron en Francia, nada de premios a los que no quieran vacunarse, mano dura con ellos, pues no es posible que atenten contra su vida y la vida de los demás y creo que eso es lo que debe de hacer el presidente Duque: aislar al que no quiera vacunarse, prohibiéndole asistir a espectáculos públicos, a subirse a un avión, a un bus o coger un taxi, excluirlo de todo movimiento masivo como actos religiosos y deportivos para que sientan el rigor y castigo de no respetar su vida y la de los demás.
La única forma de ponerle freno a esta vaina es vacunando el 70 % de la población, ya dicen que el 90 %, y mañana se dirá que será el 100 %. Los países ricos tienen cómo pagar para que lo hagan y ya lo hizo el más poderoso, Estados Unidos. Vamos a ver qué hacen los otros, pero también vamos a ver qué hacemos nosotros, pero algo hay que hacer. Me vacuné con Sinovac y me fue bien, pues de pronto, nadie sabe, si no lo hubiera hecho ya estaría en el país de los acostados, pues me picó ese bicho cruel y no me mató. Estoy vivo y dispuesto a ponerme la tercera dosis o cuarta si es necesario, de las cuales ya se está hablando, cuando lo determine la Organización Mundial de la Salud, porque yo soy un convencido de la eficacia de todas las vacunas y de los adelantos científicos en esta materia.
Esperemos a ver qué pasa, pero por lo pronto me pregunto: ¿qué medidas han tomado en la China para los que no quieren vacunarse? Serán capaces de pasar al papayo al primero para que entiendan los tercos e insensatos que no quieren hacerlo.
ADENDA: Director de Tránsito, ¿la medida de cambiar la dirección de la calle 14 es provisional o definitiva? Si es definitiva, por qué lo hicieron, bajo qué parámetros o estudios o fue en forma caprichosa, porque la 14 y la 15 quedaron con direcciones iguales y eso dificulta subir a la 4ª y molesta al conductor y hace que la ciudad se torne repelente e inhóspita.
Felicitaciones alcalde por haber descubierto a tiempo que en la adoquinada del Centro se estaban utilizando adoquines de mala calidad, ojalá nada más sea el pedacito de la sexta y el mal no esté regado en las demás partes donde se ha hecho lo mismo.