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La voz de los exiliados en Europa

Respondiendo a las expectativas, los recientes, Encuentro y Festival por la paz, realizados en Barcelona y París reflejaron el enorme interés que viene suscitando en Europa el proceso de paz colombiano. Reconocidos académicos, analistas, investigadores, cultores de las artes y las letras debatieron con interés temas relativos a la paz en Colombia. La presencia de medios de comunicación alternativos fue notoria. También el público asistente participó del debate y el ejercicio permitió reconocer la conveniencia de esta saludable práctica.

Las víctimas desplazadas al exterior, tuvimos expresión importante y pudimos destacar aspectos relevantes de la diáspora colombiana compuesta por cerca de 6 millones de ciudadanos a los que nos han sido cercenados importantes derechos ciudadanos, hemos sido invisibilizados social y políticamente e ignorados por el Estado colombiano. Nunca ha existido una política pública que refleje y atienda las necesidades y urgencias de los colombianos en el exterior.

La diáspora incluye también a los emigrantes económicos, desplazados transfronterizos, expulsados por la falta de oportunidades y por eso víctimas, así como a buena parte de los niños y jóvenes colombianos dados en adopción a familias extranjeras.

Pero la fuerza de los hechos convirtió a los exiliados en sujetos activos, comprometió nuestra voluntad y nuestro esfuerzo para asumir el reto de encontrar caminos de paz, tolerancia y conciliación. Nos disponemos a recuperar la Memoria de lo ocurrido para llegar a la Verdad que lleve a la Justicia, a la Reparación Integral y al Retorno que posibilite el reintegro a la vida social y política con plenas garantías de que los hechos que originaron el exilio no se repetirán.

La memoria del exilio y la diáspora colombiana deberá tener como meta importante el justo reconocimiento del buen nombre y la dignidad de las víctimas. Sólo así será factible tener confianza y construir un futuro en paz-

Para el caso emblemático de la UP la reparación integral debe partir del reconocimiento del Genocidio político que condujo a su desaparición del escenario político y obliga al Estado colombiano a un proceso de reparación con medidas que combinen enfoques no sólo restitutivos y compensatorios sino transformadores.

Los colombianos desplazados al exterior pretendemos el reconocimiento de lo que significamos como víctimas, una fuerza política y social que tiene mucho para aportarle al país y al proceso de paz, somos un pilar fundamental en la construcción de democracia y exigimos del gobierno la definición de una política pública de migraciones con una Cancillería que se ocupe y sirva a los nacionales en el exterior.

A los exiliados nos quedó claro que para ser efectivos es menester romper el silencio de tantas décadas. Tenemos que hacernos visibles, hacer que nuestras voces se escuchen y que sea unánime el grito que clame por un BASTA YA!!! No más ignominia, no más guerras, no más víctimas.

Imelda_Daza_Cotes: