En un mundo paralizado por la pandemia del coronavirus, millones de personas se vieron obligadas a suspender sus actividades escolares, dejar a un lado sus trabajos y confinarse como medida de prevención.
Esto ha desencadenado una crisis económica y social que afecta a todos los estratos sociales, con mayor fuerza, a aquellos que están en condiciones vulnerables, quienes han necesitado de la ayuda de otras personas para sobrellevar la emergencia.
En el país y en el departamento del Cesar, muchas familias han expresado su preocupación por no tener una fuente de ingresos estables que permita garantizar la alimentación y el acceso a servicios básicos.
La buena noticia y de las pocas cosas destacadas de la crisis, es la solidaridad manifestada por muchas empresas, fundaciones, iglesias y gente del común que han entregado mercados, kits de aseo, dinero en efectivo, entre otras.
Lee aquí también: Policía del Cesar entregó mercados a familias vulnerables
SOLIDARIDAD SIN DISTINCIÓN
Convencido de que el amor de Dios, la esperanza y la caridad son tres pilares fundamentales en la vida de las personas, el padre Doriam Rocha, párroco de la iglesia Inmaculada Concepción de Valledupar, emprendió la tarea de entregar ayudas alimentarias y económicas a las personas en condición de calle, población migrante, vendedores ambulantes y aquellas familias ubicadas en barrios vulnerables como la margen derecha del río Guatapurí, La Nevada, Mareigua, Cañahuate, entre otros, incluidas dentro de un censo de la parroquia.
“Yo no puedo decirle a la gente: ‘Quédate en casa, reza’, y que se muera de hambre. Desde antes de haber declarado el primer aislamiento, buscamos a los hermanos para que nos patrocinaran y llegamos a 120 vendedores ambulantes, personas de la calle y le dimos un sobre de 120 mil pesos porque no sabíamos qué necesidad tenían”, narró el sacerdote Rocha.
Al tiempo, explicó que la campaña está dirigida en dos sentidos: la primera es entregar medicamentos a quienes lo requieran y la segunda, es repartir mercados, por lo que pusieron a disposición una cuenta bancaria para que los feligreses puedan hacer donaciones y aportar su ‘granito de arena’ por los menos favorecidos.
“Esta actividad es netamente de la parroquia y va dirigida a cualquier persona. No me interesa si es atea, evangélica o católica, la meta es ayudar y buscamos que no nos agradezcan como parroquias, si no como una obra de Dios”, añadió.
APOYO A PERIODISTAS
Los medios de comunicación son uno de los sectores económicos más afectados por la crisis sanitaria del coronavirus. Algunos han tenido que transformarse, otros, en casos drásticos, han suspendido sus labores por falta de solidez financiera.
No dejes de leer: Más de 70 mil mercados fueron entregados a familias vulnerables del Cesar
Por eso, la periodista Daniela Durán contactó a los presidentes del Círculo de Periodistas de Valledupar, CPV, y de Periodistas Asociados del Cesar, PAC, para identificar aquellos comunicadores sociales desempleados o quienes, de pronto, tuvieron que dejar de lado sus labores ante la emergencia, y de esa manera, iniciar la entrega de ayudas humanitarias.
“Hay muchos periodistas quejándose de la situación, muchos dependen de la pauta en los medios de comunicación y otros simplemente que estaban desempleados (…). Hice los mercados y se los llevé personalmente a sus casas; la idea era aportar en medio de esta tragedia”, dijo Durán.
Añadió que en total entregó 25 mercados con productos de la canasta familiar y que su idea es seguir entregando más alimentos tras la extensión de la cuarentena hasta el 11 de mayo.
“En el gremio hay muchas personas que uno no conoce y están pasando por una situación difícil y, de pronto, son personas que no han tenido acceso a los mercados”, añadió Daniela Durán.
EL DESPERTAR DE LA FIBRA SOCIAL
Como una manera de ayudar a los más necesitados, hace siete años un grupo de jóvenes crearon la Fundación Alegrando Familias, quienes año tras año entregan aguinaldos a niños de escasos recursos en municipios del Cesar y La Guajira.
A raíz de la emergencia sanitaria, en redes sociales emprendieron la labor de recolectar donaciones y con ayuda de sus propios recursos entregaron mercados en barrios como La Nevada, Simón Bolívar, Cinco de Enero, entre otros, a familias vulnerables identificadas por el equipo de voluntarios de la Fundación.
“Fueron 30 mercados que entregamos, no fue la cantidad abismal, pero sé que llegamos a las personas que necesitaban en su momento, porque teníamos conocimiento de ellos”, dijo Roberto Cuello, líder de la Fundación.
Te puede interesar: ¿Cómo saber si ya le giraron el subsidio de Ingreso Solidario?
Al tiempo, añadió que la idea es seguir publicando contenidos en sus redes sociales para que más personas se sumen a la iniciativa y puedan beneficiar a más familias.
AYUDA A POBLACIÓN FLOTANTE
A la cadena de solidaridad se sumó la Federación Nacional de Distribuidores de Combustibles y Energéticos, Fendipetróleo, quienes en Valledupar entregaron mercados a sus empleados inmediatos y a la comunidad cercana a las estaciones de servicio de la ciudad. Según explicó Lily Mendoza, coordinadora de la Oficina Central de Fendipetróleo en el Cesar, una de las actividades fue entregar almuerzos, kits de aseo y bioseguridad a la población menos favorecida.
Además, mencionó que también entregaron mercados a personas en condiciones de discapacidad, madres cabeza de hogar, adultos mayores y mujeres con más de tres hijos, con base en un censo establecido por las parroquias. También a los vecinos de los talleres del sector conocido popularmente como ‘El boliche’. En total, más de 700 familias en distintos sectores de Valledupar recibieron ayudas de la empresa.
LA COMUNIDAD SIGUE ESPERANDO
Aunque han sido miles las familias beneficiadas con los mercados y auxilios económicos de empresas privadas, entidades gubernamentales y fundaciones en distintos sectores de Valledupar y el departamento, residentes de diferentes barrios manifestaron que continúan esperando las ayudas alimentarias por parte de los gobiernos municipales y departamentales.
“El Doce de Octubre es un barrio que tiene todas las necesidades, y ahora con esta pandemia ha sido prácticamente el rebose. Supe que entregaron unos bonos. Ahora esperamos que la comunidad vallenata y los gobiernos se pongan la mano en el corazón”, dijo Aurelio Moya, presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio Doce de Octubre.
La comunidad continúa esperando ser beneficiados con las ayudas humanitarias. Foto/cortesía.
Por su parte, José Araujo, presidente de la JAC de Don Carmelo, expresó que en su población continúan “esperando los mercados”, ya que muchas personas no tienen la solvencia económica para enfrentar la situación, debido al cierre de locales comerciales y la suspensión de actividades laborales.
“El confinamiento lleva a una escasez de dinero porque la gente no trabaja y más que todo, en esta parte la gente se rebuscaba en los negocios, hay muchos mototaxistas que vivían del rebusque y con esta situación es difícil”, finalizó.
Lee también: Población wayuu es beneficiada con 25.000 mercados
OTRAS FORMAS DE AYUDAR
Por: Carmen Lucía Mendoza Cuello/ EL PILÓN