Con la llegada de la pandemia, la reinvención empezó a ser el común denominador en las diferentes empresas de Valledupar; luego, cuando se decretó la emergencia sanitaria y el confinamiento, las empresas de mensajería empezaron a proliferarse en la ciudad. No obstante, realizar este trabajo se volvió una tarea peligrosa debido al riesgo que corren los motociclistas.
Pero, algunos recaderos han llevado su labor más allá y exceden los límites de velocidad aduciendo que cuanto más servicios hagan, mayor dinero recogerán. Así lo expresó Carlos Cortés, quien labora como mensajero independiente y como mototaxista.
“A veces toca ir más rápido porque, por ejemplo, cuando te piden un servicio y la comida se demora el cliente se molesta, por eso cuando eso pasa me toca correr el riesgo. Sé que es peligros, pero tengo que hacerlo porque después no me contratarán para seguir llevando pedidos”, aseguró el motociclista.
En sus tres años ejerciendo estas dos labores en su motocicleta no ha tenido accidentes de consideración, solo “simples caídas y uno que otro choque pequeño”, pero en el caso de otros domiciliarios no han corrido con suerte, tal y como le sucedió al joven de 25 años Geylen Molina, quien perdió la vida luego de estrellarse contra una camioneta en cercanías al parque El Viajero el pasado viernes en horas de la noche.
Entre tanto, Jaider Sánchez, administrador de Deprisa, señaló que en ocasiones es el cliente quien actúa como factor directo de los accidentes, ya que pide el servicio lo más rápido posible, lo que obliga al motorizado a infringir la ley para evitar la pérdida de un comprador.
“Desde mi punto de vista, quien nos pone en riesgo es el mismo cliente ya que nos llama para un servicio urgente, pero resulta que en ocasiones el trafico es pesado, por ello el motociclista se ve en la obligación de ‘volarse’ los semáforos, los pares. Esto sucede porque si no se llega rápido, el cliente te dice que estás prestando un mal servicio. Ahora, no todos son así, pero sí hemos reportado casos como este que te comento”, señaló Jaider Sánchez. Sin embargo, el administrador no aplaude este tipo de actitudes de los motorizados que infringen las leyes de tránsito para entregar a tiempo un pedido.
NO ESTÁN AFILIADOS A SEGURIDAD SOCIAL
En Valledupar, quienes ingresen a una empresa de mensajería deben trabajar bajo el formato de prestación de servicios, ya que, según administradores, el servicio es costoso y no es rentable. A raíz de esto se da que la gran mayoría de motociclistas no están interesados o el dinero no les alcanza para cubrir su seguridad social y por eso ni siquiera han hecho las gestiones para afiliarse en una entidad de salud.
“Es una pérdida de plata porque si te atrasas no te atienden”, este es uno de los pensamientos de algunos mensajeros. Adilson García ya no labora como repartidor, pero estuvo varios años laborado con su motocicleta, la cual ahora usa para salir solo cuando sea necesario, pues ahora administra su propio negocio.
“Yo trabajé como mensajero independiente y ese tiempo presenté varias hojas de vida, pero me desanimé porque ese era uno de requisitos, pagarse uno mismo la seguridad social y decidí mejor dejar de correr riesgos y montar un ‘estanquito’ y así me ha ido mejor, trabajo desde mi casa salgo a llevar uno que otro pedido y no soy esclavo de la moto”, señaló.
Los trabajadores que laboran de manera independiente lo hacen, como dice el dicho, “a la buena de Dios”, es decir, algunos sin ningún tipo de seguros, pero quienes ingresas a las empresas de mensajerías constituidas de Valledupar deben tener el seguro obligatorio, SOAT, que todos sus documentos estén en regla, para que pueda tener una adecuada asistencia médica en caso de un accidente
¿QUÉ TIPO DE PESONAL CONTRATAN?
En el caso de empresas como Deprisa, la capacidad máxima de mensajeros es de 22, los cuales se van rotando durante la semana para darle oportunidad a sus compañeros de tener una mayor cobertura y ganar bien, pero para ser parte de la flotilla de mensajeros, según explica Sánchez, se debe cumplir con una serie de requisitos.
“Lo primordial es tener toda su documentación en regla para la atención adecuada. Ahora, nosotros somos cuidadosos a la hora de escoger, ejemplo, no contratamos muchachos de 20 años, preferimos tener gente experimentada porque los jóvenes son muy desordenados y aunque uno les llama la atención se componen por un rato, pero vuelven a desobedecer”, acotó.
En ese sentido, el gerente de la empresa de mensajería añadió que la presentación de los alimentos o productos que se le lleva a los clientes es importante, cosa que el personal joven que trabajaba e la empresa no atendía y siempre recibirán quejas como que “la sopa se regó, que la comida vino mezclada”, entre otras.
“DEBE EDUCARSE AL MOTORISTA”
Por su parte, uno de los líderes de agremiaciones de motociclistas en Valledupar es Wilson martines, quien acota que no todo es culpa del motorista, ya que en este caso la Secretaría de Tránsito municipal debe ser un garante en materia de seguridad vial, y eso se logra, según Martínez, capacitando a los motociclistas, de igual forma las empresas de mensajería pueden adelantar campañas de concientización con sus empleados para reducir la accidentalidad.
“Se debe capacitar a los motociclistas en lo correspondiente a las señalizaciones, debe existir más respeto por los pares, las señales de gire o no gire a la derecha o izquierda. Queremos que al menos las charlas se den pronto para minimizar la accidentalidad”, dijo el Martínez.
ROBERT CADAVID / EL PILÓN