Me sorprendí al ver tantos turistas el pasado puente en Valledupar, obviamente la temporada de vacaciones influye en que aumente la afluencia de visitantes, sobre todo del interior del país, nuestra tierra se volvió un importante atractivo turístico, su bello entorno natural, la calidez de su gente, su legendario rio Guatapurí y sobre todo su música, convierten nuestra ciudad sorpresa Caribe en un acogedor sitio para pasar una temporada, lo más importante es que estamos rodeados de distintos trayectos o destinos que permiten tener un abanico de posibilidades para escoger, Manaure, Pueblo Bello y Atanquez por ejemplo, son lugares claves, pues su agradable clima y hermoso paisaje permiten pasar ratos agradables.
Lo que necesitamos urgentemente es la creación de un Museo, nuestra música merece tener un templo en donde propios y extraños conozcan su verdadera historia, máxime ahora que el vallenato es patrimonio cultural e inmaterial de humanidad. Valledupar dejó de ser un pueblo y nuestro folclor trascendió fronteras insospechadas, ya está listo el diseño del Centro Cultural de la Música Vallenata, iniciativa del gobierno departamental que debe materializarse, los foráneos se sorprenden en que siendo la Meca del género más popular de Colombia y ampliamente reconocido en el mundo, no tengamos un lugar en donde puedan ir a instruirse acerca de nuestro folclor, si bien es cierto que existe el Museo del Acordeón del maestro Beto Murgas y hay personas que son autoridades en la materia y pueden dar “cátedra” sobre vallenato, obviamente debería existir un lugar, un centro de acopio en donde todo se conjugue, y en donde haya un verdadero archivo.
Muchas personas vienen en busca de eso, de adquirir conocimientos sobre un ritmo que cada día adquiere más importancia y aumenta en número de adeptos y si no fuera por la información que esas “Biblias” del vallenato de buena fe les dan, se fueran decepcionados o al menos extrañados de no encontrar un lugar que verdaderamente le rinda culto al vallenato. Les aseguro que apenas comience a funcionar un museo del vallenato, el municipio comenzaría a captar una considerable suma de ingresos, muchos particulares tendrían empleo y un nuevo auge turístico se tomaría nuestra tierra, la ley de la causa y efecto, en todo su esplendor. Para Festival Vallenato conocí a unos antioqueños que vinieron a conocer nuestra ciudad y nuestro folclor, ellos llegaron en un plan totalmente distinto al jolgorio, más no ajeno a él, aunque solo estuvieron interesados en conocer nuestra cultura y algunos sitios y personajes de los cuales tenían referencia a través de los cantos vallenatos, modestamente manifiesto que afortunadamente, una persona como yo, que tiene algún conocimiento general sobre nuestro folclor, les pude servir de guía, porque de lo contrario se les hubiera dificultado, si existiese un museo musical, allí se podría contar con personas que sirvan de guías para estos efectos, además que se podrían capacitar y culturizar a las nuevas generaciones, que ni siquiera conocen clásicos como ‘La gota fría’, tema distinguido mundialmente y que muchos europeos conocen, especialmente los españoles.
Valledupar necesita urgentemente más sitios que culturicen sobre folclor, especialmente el museo, ese debe ser el primer paso para poder preservar el vallenato, que es la principal premisa de haber sido declarado patrimonio, entonces las autoridades están en la obligación de comenzar una gesta en torno a esta noble causa, pues para nadie es secreto que nuestra música es el principal atractivo y un alto porcentaje de los turistas que anualmente nos vistan llegan atraídos por el vallenato.
@juliomceledon