La Universidad Nacional de Colombia, sede La Paz, realizó el foro virtual ‘Frontera y migración venezolana en el Caribe’ en el que analizó con la ayuda de expertos académicos y personas de la sociedad civil las estrategias y actividades específicas que se han realizado desde diferentes ámbitos para la atención de los ciudadanos venezolanos en el país, específicamente en la región Caribe.
Lee también: Los venezolanos en el Cesar ¿cuántos son y cómo están?
En el panel participaron Karen Almanza, profesora de la Universidad de La Guajira; la docente Socorro Ramírez, integrante de Puentes Ciudadanos Colombia; Miguel Ávila Díaz, párroco del municipio de La Paz, Cesar; Héctor José Galeano, profesor de la Universidad del Norte y Luis Eduardo Meneses, director de la Fuvadis Barranquilla. El espacio fue moderado por la docente de la Universidad Nacional, sede de La Paz, Lucía Meneses.
Colombia ha sido testigo, al igual que otros países de Suramérica, del gran volumen de ciudadanos venezolanos que han dejado su país por la crisis social, económica y humanitaria, obligándolos a llegar a territorios desconocidos en busca de mejores oportunidades. Sin embargo, la situación se ha presentado desde hace varias décadas a raíz de problemáticas como el desempleo, conflicto armado y crisis políticas.
MIRAR MÁS ALLÁ DE LA FRONTERA
Durante el panel, la docente Socorro Ramírez estableció tres ámbitos en los que invitaba a mirar no solo el aspecto de la frontera como una línea fronteriza que divide a un territorio de otro, sino que se clasificara a partir de interacciones sociales, ambientales, culturales, que ayudan a entender la problemática migratoria en esta parte del país.
Inició mencionando que el pueblo wayuu se define como binacionales, ya que “constituyen el 20 % de la población indígena venezolana y el 20 % de la población indígena colombiana y es una población que se piensa binacional y en su cosmovisión piensan ese territorio de manera trasfronteriza y por eso con razón, ahora en medio de todo este fenómeno migratorio dicen: somos de allá y somos de aquí y dicen que tienen derecho y que no son migrantes”.
Por otro lado, dijo que otro de los ámbitos es que comparten una migración de personas pendular en el que los venezolanos ingresan a Colombia en busca de servicios básicos, comida, entre otros bienes y retornan a su país.
“Es tal la connotación que existe en esa zona que hay 4 puentes internaciones y solo tres pasos fronterizos, porque hay uno que se inauguró que es el puente Tienditas y ni siquiera se puso en marcha por la tensión entre los países. Allí tenemos el mayor flujo tanto de esa migración pendular, como por allí pasan la mayoría de los que salen a Venezuela tratando de llegar a un punto de Suramérica o de aquellos colombianos que tratan de llegar con algún tipo de familiares binacional”, puntualizó.
No dejes de leer: En Valledupar hay más de 25.000 Venezolanos
AYUDAS HUMANITARIAS EN LA PAZ
Otro de los puntos que se tocaron en el conversatorio fueron las ayudas humanitarias que han recibido los migrantes venezolanos y los binacionales al llegar a Colombia. En esta parte el sacerdote del municipio de La Paz, Miguel Enrique Ávila, relató la forma en la que han atendido el drama humanitario de esas personas en esa parte del departamento del Cesar.
“Comenzamos a trabajar con los hermanos de Venezuela en el 2018, dado que en las calles había un problema de mendicidad, de familias en las calles, en los parques tirados durmiendo y entonces nos dimos a la tarea de ayudarlos a mitigar esta situación que se presentaba en este municipio”, dijo el sacerdote.
Al tiempo, relató que con la ayuda de una periodista italiana lograron conseguir recursos para realizar un censo y establecer la población venezolana que tenían presente en el municipio y de esa manera, coordinar acciones con la cancillería para conectarse con el Plan Mundial de Alimentación basado en un proyecto que tenían elaborados y de esa manera beneficiar y entregar 500 desayunos y almuerzos diarios a la población vulnerable. Así como ayudas monetarias para la realización de mercados a las familias.
“El censo arrojó 1.050 venezolanos, con ese censo nos fuimos a Bogotá a tocar puertas con distintas instituciones del Estado y también empresas privadas y no tuvimos ninguna respuesta, al final nos regresamos con las manos vacías y empezamos a hacer una campaña con la gente que se solidarizó con la situación de los venezolanos y a través de las homilías en las eucaristías, recolectamos colchonetas, ropa…”, añadió.
CRISIS = MIGRACIÓN
La docente de la Universidad de La Guajira, Karen Almanza, manifestó que la migración de la población venezolana a los departamentos del Cesar y La Guajira ha sido condicionada por la crisis que vive Venezuela y que ha sido considerada por el Fondo Monetario Internacional como uno de los 20 desastres económicos del mundo.
Explicó que eso ha desencadenado, según la organización Cáritas, “que el 90 % de la población esté en riesgo de vulnerabilidad e incluso se afirma que la mayoría de su población vulnerable ha perdido hasta 10 kilogramos de su peso, lo que refleja más o menos las características que determinan la llegada de los migrantes. También refleja, según Cáritas, que el 41 % de esa población come una vez al día o no come, que el 62 % busca comida en lugares inapropiados y el 78 % come menos”.
La docente Almanza señaló que, tras investigaciones, son muchas las familias venezolanas que llegan al país con pocos recursos económicos y con un bajo nivel académico. “Son una población bastante vulnerable que implica que tengamos unos retos no solo como gobiernos, sino, también como sociedad e implica que podamos enfrentar esta situación de la mejor manera”, finalizó.
BARRANQUILLA VISTA COMO UNA CIUDAD FRONTERIZA
Luis Eduardo Meneses, representante legal de Fuvadis, comentó que en Barranquilla se han enfocado a atender a la población migrante, especialmente aquellos con VIH que están de forma irregular en el país y que no han podido acceder a tratamientos médicos.
“Venimos haciendo un trabajo con Profamilia para atención de medicina general, trabajos con remisión de casos en temas multipropósitos que ha dejado a muchos de los migrantes, que muchos ejercen un trabajo irregular y hay muchas personas con el Permiso Especial de Permanencia sin atención a la salud y creo que hay un problema de comunicación”, dijo. Por último, señaló que Barranquilla es catalogada tal vez como una ciudad de frontera por ser más asequible al trabajo informal, entre otros temas como el sistema de salud.
Te puede interesar: Habilitarán corredor humanitario para venezolanos desde Valledupar
“CONSTRUIR CANALES DE COMUNICACIÓN”
Por último, el docente Héctor Galeano David de la Universidad del Norte dijo que la migración de venezolanos es “un tema de voluntad política” e indicó que se deben crear canales de comunicación ya sean informales o formales para salir de la ilegalidad y establecer alternativa a los migrantes frente al tema social, económico y humanitario.
“Si no tenemos canales de comunicación, así sea informales, cualquier acción, pues no van a tener opciones ni para salir de esa ilegalidad y muchos menos van a tener acciones para dar alternativas a los migrantes. Una acción fundamental, importante, urgente y máxime hoy por el covid-19 es construir unos canales de comunicación que permitan conocer información frente al tema social, económico y frente al tema humanitario”, añadió.
POR: CARMEN LUCÍA MENDOZA / EL PILÓN