POR YARIME LOBO BAUTE/ ESPECIAL PARA EL PILÓN
Se acaba 2022 y el asomo de seres con la fórmula mágica para bien gobernar Valledupar comienza a perfilarse como el orden del día en las redes, entre muchas quejas me llama la atención la etiqueta que le han puesto a la capital del César: Capital de la Muerte y la promesa tacita de revertir dicha conversión una vez el gobierno actual no va más (altos índices de desempleo, hurtos en todas sus variedades, destrucción de los ecosistemas, homicidios, feminicidios, entre otros).
Lo complejo de todo esto es que lo que está aconteciendo en la ciudad y alrededores no es de este año, ni de este gobierno de turno. Es un asunto que viene cultivándose cuatrienio a cuatrienio.
No se trata de a quién elegir otro cuatrienio, es la manera como se eligen, esas maneras nefastas a las que han cebado y acostumbraron al pueblo (“comprarle su progenitura a cambio de unas cuantas lentejas”) hacen que hoy se viva una especie de metástasis dónde cualquier discurso así sea bien intencionado no pasará de ser eso y en caso de que la suma de mercaderes le alcance para llegar al poder, de manera cíclica repetirá la misma y vieja fórmula del sistema: Cómo va el elegido ahí y los secuaces que le apostaron a su candidatura.
LOS INTERESES COMUNES
¿Y el pueblo? Que se dé por bien servido con sus lentejas que la mayoría de las veces ni para la semana les alcanza … Como rueda kármica Valledupar perece a su suerte por falta de conocimiento.
Siempre que se vienen las vísperas de cambio de gobierno sucede lo mismo: La Expiación de culpas y la rasgada de vestiduras. Pero aquí el asunto no es de culpar el gobierno de turno, esa es la dinámica recurrente del chivo expiatorio de marras para exacerbar las emociones, azuzándoles las frustraciones y miserias al pueblo para que su miedo lo canalice en ira y la ira los lleve nuevamente a errar en las formas y maneras de elegir al que lleve las riendas de su territorio por otro cuatrienio.
S.O.S VALLEDUPAR
Es ya un asunto de urgencia manifiesta el hacer un alto en el camino como Valduparenses, generar espacios y escenarios de diálogos probables e incluyentes con una mirada propositiva del territorio y pactar un accionar conjunto, un Plan de real Salvaguarda del Municipio como empresa común de manera íntegra e integral, elegir más allá de las orillas y los centros, elegir un(a) burgomaestre con compromisos de huella y no de cuarto de hora…
Identificar la raíz del problema (que está más que evidente) y en la próxima contienda elegir a consciencia, en especial la real aplicación Constitucional de la prevalencia del Bien General.