La Liga de Voleibol del Cesar reactivó sus jornadas de entrenamiento en el Coliseo Cubierto Julio Monsalvo Catilla, cumpliendo la primera semana de actividades después de casi ocho meses sin poder estar en un terreno de juego por cuenta de la pandemia.
La principal apuesta serán los Juegos Nacionales 2023, es por ello que los trabajos con las categorías menores iniciaron para tener una base consolidada en las competencias. Antes, lo primordial será lograr la clasificación emulando lo hecho en 2019.
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“Para lo que resta de este año no habrá torneos competitivos, pero en el 2021 trabajaremos con las categorías menores debido a que en los Juegos Nacionales (2023) restringirán el límite de edad, de ahí que el interés de la liga sea llevar un equipo fuerte, por eso iniciamos las labores con las bases juveniles”, dijo Grismel Portuondo, entrenador de la Selección Cesar.
En este inicio de actividades trabajaron dos grupos: el primero conformado por voleibolistas con edades entre los 15 y 18 años, mientras que el segundo grupo son deportistas con un promedio de edad entre los 22 años.
Las primeras sesiones de práctica estuvieron encaminadas a la parte física y la fundamentación, donde un 60 % del tiempo fue dedicado al reacondicionamiento de los deportistas.
EL REGRESO A LA ACTIVIDAD
Según el balance que entregó el estratega cubano al servicio de la Liga de Voleibol del Cesar, la primera semana fue agotadora para las deportistas, dado que el cese de actividades, pese a los entrenamientos virtuales, evidenció la falta de ritmo de las jugadoras.
“Después de la primera semana de entrenamientos se comienzan a evidenciar los cambios. En cuanto a lo emocional, felices por volver a los entrenamientos, pero en la parte física muy extenuante; han sido meses de pausa y eso se refleja en el estado físico de las muchachas que al terminar la jornada quedan muy cansadas”, reseñó Portuondo.