A Juan David Atencia Berrio, de 23 años, la vida le negó la vista de nacimiento, pero fue dotado de muchas destrezas para tocar y cantar.
Con esos talentos natos —pulidos bajo la batuta del maestro ‘Turco’ Gil— llegó el acordeonero a la Tarima Escolástico Romero para tocar y convertirse en el nuevo rey del Festival Cuna de Acordeones de Villanueva.
Nunca antes en la historia de este evento folclórico un digitador ciego logró ceñirse la corona profesional, pero eso no intimidó a Juan David que fiel a su personalidad dio la pelea y sorprendió a los favoritos.
“Agradecido con Dios, contento y agradecido con la gente de Villanueva, que estaban muy contentos, eso me hace sentir muy satisfecho porque si el pueblo está contento con su rey, eso es algo muy bonito y maravilloso”, dijo Juan David en diálogo con EL PILÓN.
Atencia llegó a la tarima del prestigioso Festival, que cumplió su edición número 45, a tocar “con los ojos del alma”, eslogan que lo identifica con uno de sus ídolos, Leandro Díaz.
En franca lid venció a sus rivales, Nemer Yesid Tetay (de El Difícil, Magdalena) y José Mario Oñate (San Juan del Cesar), segundo y tercero, respectivamente. “Yo hice cosas diferentes, todos tocaron la romanza con canciones del maestro Gustavo Gutiérrez, yo utilicé la disonancia que tenía el maestro Turco Gil en la ‘Canción del algodón’. Cuando hicieron el ‘pique final’ entre todos los acordeoneros, hice un ataque de anticompás, y luego hice tonos menores, creo que ese fue como el ‘remate de guacherna’. La clave fue ir serenito, pausado, sin tanta prisa”, dijo Juan David al tratar de explicar las claves de su triunfo.
Con la jocosidad y chispa que lo caracteriza, reveló que antes de enfrentar la final sintió mucho respeto por la categoría de sus rivales.
“La final estuvo reñida, yo estaba bastante ansioso y nervioso porque los que estaban ahí no eran cosita de jugar. Me sentí el más novato. Les dije: ‘Oigan, muchachos no me vayan a dar tan duro’ (risas). Cualquier resultado que pasara yo iba a quedar conforme, porque el nivel era muy bueno”, dijo el digitador oriundo de Riohacha, La Guajira.
‘NO EXTRAÑO LO QUE NO HE TENIDO’
La ceguera no es problema para él y así lo afirma cada vez que es consultado por las dificultades de tocar acordeón sin contar con el sentido de la vista. “No puedo extrañar algo que no he tenido, de hecho, cuando era niño yo pensaba que todo el mundo era como yo (ciego). Ahora grande ya entiendo…”, expresó Atencia en una entrevista con este diario.
El estudiante de sexto semestre de Licenciatura en Música de la Universidad de La Guajira es todo un ‘influencer’ del acordeón en Instagram, red social en la que tiene más de 30.000 seguidores quienes lo admiran, no solo por su capacidad de sacarle buenas melodías al instrumento de viento, sino para cantar, componer, versear, tocar el piano, la guitarra, la caja, la guacharaca y el timbal.
A tocar acordeón aprendió —como la mayoría de acordeoneros de la región— de la mano del maestro Andrés ‘El Turco’ Gil, quien le vio a aquel ‘niño genio’ de 6 años, proveniente de la zona rural de Valledupar, el potencial para sacarle melodías a los fuelles.
“El maestro me valoró, me escuchó cantando y de una me dijo que no iba a perder el tiempo en enseñarme a tocar caja, que me iba a enseñar a tocar acordeón, fue cuando un amigo de mis abuelos en la finca me regaló un acordeón, ahí empiezo yo con el acordeón”, dijo Atencia en una entrevista con EL PILÓN.
Antes de llegar a la escuela de ‘El Turco’, Juan David ya estaba fascinado por otro instrumento de la música vallenata: la caja. Precisamente, con los Niños del Vallenato del ‘Turco’ Gil, recorrió muchos lugares como Nicaragua, Ecuador Venezuela, Alemania, Italia, Suiza, Londres, Noruega y el mismo Vaticano.
“Este homenaje en Villanueva se lo debía a él y, que mejor oportunidad, para que él se dé cuenta de que lo que ha hecho ha dado frutos, de que su representante lo va a dejar en alto siempre, ese era mi miedo, atreverme a tocar una canción que él grabó, con esos acordes y disonancia que él utilizaba, una responsabilidad enorme, representar la academia y sobre todo a él, que era uno de los homenajeados”, concluyó Atencia.
Todo ese conocimiento adquirido lo expresó en la tarima del Cuna de Acordeones donde interpretó el paseo ‘La tijera’ de Luis Enrique Martínez, el merengue ‘Los recuerdos de Ocha’ de Luis Enrique Martínez, el son ‘El calmante’ de Alejo Durán y la puya ‘Los dejo fritos’ de su autoría. En el ritmo romanza, interpretó ‘Canción del algodón’ de José Peñaloza y ‘Camino largo’ de Gustavo Gutiérrez.
Allí dejó huella Juan David, con los sonidos que brotan de sus dedos gracias a ese don que Dios le concedió de tocar “con los ojos del alma”.
OTRO REYES
En la cuadragésima quinta versión de esta importante fiesta, el cuadro de honor lo completaron: Juan Sebastián López de Bucaramanga, rey aficionado; Jhon Jairo Riva Perdomo de Neiva, en categoría de Acordeón Juvenil; Santiago Efraín Herrera de Villanueva, en Acordeón Infantil; Héctor Alfonso Cotes oriundo de Villanueva, con el paseo ‘Mi columna vertebral’ ganó la canción inédita; Hugues Martínez Gámez oriundo de Cañaverales, La Guajira, ganó en piqueria profesional.
POR: JOSÉ ALEJANDRO MARTÍNEZ/EL PILÓN