A pocos días de comenzar una nueva comandancia en el Batallón de Artillería N°2 La Popa en el año 2002, el entonces comandante del grupo Espoleta, Nelson Javier Llanos Quiñónez, se alistaba para atender un operativo en zona rural de Valledupar el 25 de enero.
Junto a él iría el jefe de operaciones del batallón Heber Hernán Gómez Naranjo que siguió las instrucciones impartidas: “En el sitio de Las Raíces va a encontrar una llamarada, una fogata, allí en esa fogata 20-30 metros a un lado de la carretera, ahí va a encontrar un bandido dado de baja (…)”, recordó el militar en versión libre el 30 de noviembre de 2018 sobre lo referido por el excomandante del Batallón La Popa, Hernán Mejía Gutiérrez.
A Gómez Naranjo le habrían dado a entender que otro comandante se habría encargado de eso. Sin embargo, a unos cuatro kilómetros antes de llegar al punto indicado dispararon desde la carretera cuando iba pasando el pelotón dirigido por Nelson Llanos Quiñónez, que procedieron a disparar creyendo que habían entrado a un combate.
“Cuando cesó el fuego –que no duró más de 2 o 3 minutos–, encontraron a Jesús Emilio, vestido con camuflado y brazalete de las AUC. Al llegar al batallón luego de reportar la baja encontraron una calle de honor de todos los soldados de la batería de instrucción, en reconocimiento por los resultados de la operación; ‘era la primera baja que se daba bajo el mando de mi coronel Mejía en el Batallón’”, reza un auto de imputación de la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP, al referenciar la declaración de Nelson Llanos Quiñónez.
El fallecido era Jesús Emilio Márquez Gutiérrez, un hombre que el 22 de enero de 2002 salió de su vivienda ubicada en la Paz hacia el corregimiento de Las Raíces a concretar una cita con el jefe de las Autodefensas Unidas de Colombia, AUC, David Hernández conocido con el alias de ‘39’, pero que terminaron matándolo y entregándoselo a los superiores del Ejército.
‘LAS IRREGULARIDADES’
Pero aparentemente los soldados del pelotón desconocían esa realidad hasta que en el mes de agosto del mismo año comenzaron a comprender mediante otros asesinatos que estaban presentando bajas que en realidad realizaban los paramilitares y que eran de conocimiento por la comandancia de la unidad, según documentó la JEP.
Además, los informes y las órdenes de operaciones se elaboraban con posterioridad a los homicidios y acorde a como se reportaban las ‘bajas’ en combate. Por ejemplo, en el caso de Jesús Emilio Márquez, la orden de operaciones se habría realizado al otro día de los hechos.
“Fue la orden del comandante del batallón de que este hecho se reportará como un resultado operacional y en la orden de operaciones en el documento…, pues se articuló todo de tal manera como si se hubiera hecho antes de la salida de la tropa, para darle legitimidad a esa operación”, dijo Heber Hernán Gómez Naranjo en versión libre el 30 de noviembre de 2018.
El cuerpo de Jesús Emilio Márquez Gutiérrez presentó disparos en diferentes partes del cuerpo ocasionadas desde distintos ángulos. Su muerte fue registrada el 28 de enero en el diario EL PILÓN. En la nota periodística el caso de Márquez Gutiérrez fue presentado de manera muy resumida a través de un balance en los que también mencionaron a cuatro víctimas que murieron en circunstancias aisladas.
No obstante, sí se precisa que Márquez fue encontrado vestido con prendas camufladas, armas de fuego, explosivos y brazalete de las AUC. Según lo investigado, a partir de ahí muchos militares comenzaron a mirar a los paramilitares como un medio para conseguir resultados y eliminar a la guerrilla.
Pero el jefe del pelotón Espoleta, Nelson Javier Llanos, aclaró en su versión libre que la ejecución extrajudicial de Emilio Márquez solo la confirmó cuando estuvo detenido con Heber Hernán Gómez.
“Yo duré doce años pensando que yo había tenido un combate, que yo había dado una baja legal, que ahí se había presentado un combate porque a nosotros nos dispararon, disparamos y todo, y doce años después, estando detenidos, él [se refiere a Gómez Naranjo] me dijo la verdad y me dijo «no, eso no fue ningún combate, esa persona que ustedes esa noche recogieron, ya estaba muerta cuando ustedes llegaron»”, dijo Llanos.
LA EVOLUCIÓN DE LOS FALSOS POSITIVOS
El militar Heber Hernán Gómez Naranjo indicó que inicialmente las ejecuciones extrajudiciales las hacían los paramilitares. “Tanto el número de supuestas bajas como el sitio en donde se debían presentar eran coordinadas con anterioridad y de manera directa por el comandante del batallón: el señor teniente coronel Mejía Gutiérrez”, afirmó Gómez Naranjo.
Aceptó también que desvió por completo las funciones de su cargo para darle legalidad a las muertes que hacían en asocio criminal en los departamentos del Cesar y La Guajira.
EL ALTO OFICIAL RETIRADO
Ninguna de las acusaciones ha sido reconocida por el coronel (r) Hernán Mejía, quien decidió irse a juicio ante la JEP. El alto oficial en la justicia ordinaria fue condenado por algunos falsos positivos, pero las sentencias fueron anuladas por la Jurisdicción de la Paz.
Por Marllelys Salinas / EL PILÓN