Hoy por hoy es difícil opinar porque la humanidad se ha vuelto extremadamente radical ¡Claro! No toda. No obstante, lo peligroso es que al mismo tiempo a menudo la gente se resiente más de lo debido, incluso la más ilustrada. Pero lo peor es que en casi todas las acciones de la humanidad prevalece el interés por la obtención de dinero y poder, que son pocas las personas capaces de manejarlos justamente cuando los logran tener en gran cuantía.
En nuestro país esta situación pulula en todas sus instituciones, nada ni nadie escapa de ella. Hace dos días las Farc-EP desistieron de la lucha armada en procura del poder gubernamental con la intención de lograrlo a través de la decisión popular en los debates electorales. Sin embargo, en vez de haber júbilo generalizado por tan transcendental acontecimiento que acaba una guerrilla que estuvo 53 años asesinando, secuestrando, extorsionando y cometiendo todos los tipos de delitos, en una inmensa parte de los colombianos hay incertidumbre por temor a que el movimiento político creado por las Farc-EP llegue al poder.
Por la crítica situación de Venezuela, con el presidente Nicolás Maduro amenazando que se convertirá en guerrillero si es derrocado, en las próximas elecciones para cambio de gobernantes en Colombia, podrían llegar al triunfo los radicales del Centro Democrático. En realidad el panorama es bastante incierto, salvo el caso que en cortísimo tiempo la oposición tumbe al presidente Maduro y/o que el gobierno del presidente JM Santos y el Eln en breve tiempo logren un acuerdo de paz definitivo.
Por lo que estamos viendo, pareciera que está muy próxima la caída del presidente Maduro y no así el acuerdo de paz con el Eln. Ya que en Venezuela, algunos cercanos al dictador le están dando la espalda por el crecimiento de la revuelta popular, estos son personajes que se han enriquecido respaldando la dictadura del vecino país, ahora que la ven insostenible quieren posar como salvadores, pero en verdad se puede pensar en que buscan conservar el dinero sacado bajo el régimen dictatorial y de pronto puedan volver al nuevo gobierno de los opositores del castro-chavismo.
En caso de que Nicolás Maduro se convierta en guerrillero y en Colombia llegue al poder el Centro Democrático, no es descabellado decir que la insurgencia colombiana se uniría a la venezolana y ni siquiera me atrevo a imaginar lo que vendría, que sin duda alguna no es nada bueno. Porque quedaríamos en manos del terrorismo. Ojalá y no.
Por José Romero Churio