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Hilaridades de la política

“Lealtades anunciadas y refrendadas, traiciones a la vuelta de la esquina; alianzas solemnes, celebradas y aplaudidas, se convierten en peleas”, premisa que retrata la contienda política electoral.

Ya vienen las elecciones presidenciales calendadas para el 29 de mayo de 2022, pero antes se celebrarán las de senadores y representantes el 13 de marzo del año entrante, para lo cual los candidatos con las mismas fórmulas y recetas ya se pavonean con saludos, sonrisas, lisonjas, promesas, mensajes de texto, contenidos en WhatsApp, mensajes de solidaridad ante la pérdida del ser querido, adulaciones y hasta llamadas telefónicas, que una vez elegidos no vuelven a contestar, y todo en el afán de ganar el favor popular, un escenario de engaños y cinismo calcados históricamente.

Gobernar con el poder del ejemplo y la fuerza de la razón no es tarea fácil, y menos en momentos aciagos y de incertidumbre en que se acentúa la desinformación, el arma más poderosa en una guerra asimétrica que demanda cerrar brechas por el hambre y la desigualdad. Serán unos comicios inéditos con prudente temor y patológico terror por culpa del coronavirus que no permite los besos y el abrazo de Judas, mejor el eructo de un beodo al amanecer, parafraseando al gran tribuno Benjamín Costa Gutiérrez.  

¿De qué nos sorprendemos si el ejercicio de la política siempre ha causado hilaridad, risa o comicidad? Surge el Decreto 835 expedido el 27 de julio de 2021, que le prohíbe al presidente Duque y a su vicepresidente, Marta Lucía Ramírez, trasladarse simultáneamente dentro y fuera del territorio nacional en avión u otros medios de transporte por razones de seguridad, previendo un atentado y un caos institucional por falta absoluta, lo que para algunos es razonable, pero para otros un Estado derrochón que debe sacrificar sus exiguas finanzas en la compra de otro avión presidencial.

En Valledupar el acalde Mello Castro toma la iniciativa de construir un Centro de Bienestar Animal en Guacoche. Aunque no es descabellado, el temor es por una hipotética discriminación entre perros y gatos de la elite (mascotas), y similares callejeros que deben ser encerrados por asepsia, higiene y salud. En esta capital hay más perros y gatos que gente, observan muchos, para denotar el perjuicio que asumen a costa de su propia vida ante la proliferación de bacterias portadoras de gérmenes, virus, parásitos y hongos transmisores de infecciones.

El caso más elocuente se dio en Ohio, Estados Unidos, con la estilista Marie Trainer, quien tuvo que ser amputada de piernas y brazos a raíz de una gangrena provocada por la bacteria capnocytophaga canimorsus contenida en la saliva de su perro, episodio que la llevó a permanecer 10 días en coma, luego de disfrutar de unas idílicas vacaciones en República Dominicana, y como es usual en el más fiel animal, su mascota la recibió con cariño y la lamió por todos lados con el desenlace narrado por la prensa internacional.

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Miguel Aroca Yepez: