En nuestra portada de hoy, y así continuaremos, presentamos una imagen del periodista Guzmán Quintero Torres, quien fue asesinado el 16 de septiembre de 1999 cuando ejercía el cargo de jefe de Redacción de esta casa editorial.
Nuestra intención es seguir acompañando a la familia en su lucha, principalmente contra el olvido y también por conseguir que el asesinato de Quintero Torres sea declarado crimen de lesa humanidad pues entre las características que establecen que lo sea está el hecho de que pudo haber sido cometido por agentes del Estado.
Ya se cumplirán 20 años de su asesinato. Sus últimos días, sentado en esta misma sala en donde se escribe este editorial, los dedicó a visibilizar hechos que violaban derechos fundamentales de los ciudadanos en Valledupar.
Dio la vida indudablemente por este oficio. No podemos hacer menos que insistir en que su nombre sea recordado y que la justicia efectiva llegue acompañada de verdad y reparación.
Dejó en alto el nombre de EL PILÓN y para las nuevas generaciones de periodistas es un referente de cumplimiento del deber; no hay mayor ejemplo de entrega total a un oficio cuyo compromiso máximo es con la verdad.
A partir de este momento invitamos a todos los periodistas que pudieron compartir con él en la labor diaria y en lo personal a que nos acompañen el próximo martes 11 de julio en el auditorio de EL PILÓN que lleva su nombre para dialogar sobre su legado, la carrera contra el tiempo para la declaratoria de lesa humanidad y otros detalles, con la presencia de su familia y abogados conocedores del caso.
Agradecemos por adelantado al Círculo de Periodistas de Valledupar que se suma a esta iniciativa. Queremos resaltar que tampoco olvidamos que el próximo 11 de agosto se cumplen 21 años del crimen cometido en Valledupar contra la periodista Amparo Leonor Jiménez, quien además de comunicadora era defensora de derechos humanos y dio su vida por sus convicciones en favor de las comunidades.
En esa lamentable época, muchos periodistas de la región, del Cesar y Valledupar sufrieron la persecución, amenazas, secuestro y desplazamiento, por motivo de su oficio.
A ellos los invitamos a que también nos acompañen pues reposa en ellos un peso histórico, un deber y un derecho de narrar lo acontecido. Los periodistas de hoy deben saber el valor de darlo todo por la verdad. En esta recta final, cada día, hora, minuto y segundo cuenta.
Es importante que la familia Quintero, Quintero Torres y todos sus allegados sepan que en EL PILÓN estamos comprometidos con esta noble causa y que no olvidamos a Guzmán.
“Si por hablar nos asesinan, que el silencio no sea nuestro suicidio”, Guzmán Quintero Torres.