"Es buena gente pero se encierra, o lo encierran", escuchamos del Gobernador Monsalvo Gnecco. Se afirma que está concentrado en sacar adelante los proyectos de envergadura que ha financiado con las regalías, de que dispone solo por los años 2013 y 2014 dentro de la transición que negociaron las entidades en cuyos territorios se explotan los recursos naturales con el gobierno central. Esas, además, sin las restricciones de destinación, según metas de coberturas, que tenían los pasados gobernantes. Con todo, Monsalvo, por contraste con la desilusionante gestión de su antecesor Cristian Moreno, espera dejar obras más tangibles de gran impacto, vistosamente presentadas, y esperamos que así sea; se diseñen bien, se contraten con transparencia, se ejecuten pronto, y tengan sostenibilidad y mantenimiento en el tiempo.
El gobernador dentro de sus funciones tiene la de promover el desarrollo social y económico en el departamento. Y hay, como nunca, inmensos recursos y programas del Gobierno Nacional que se materializan en el territorio de nuestros municipios. Desde las dobles calzadas, la rehabilitación férrea, la del rio Magdalena, los puertos fluviales del área de Gamarra, programas de energización, gasificación, primera infancia, educación, salud, vivienda, familias en acción, desarrollo minero, medio ambiente, víctimas, restitución de tierras, en fin, tantas áreas como ministerios, o entidades, como el Departamento de la Prosperidad Social, tiene el alto Gobierno. El gobernador ha presidido la Federación Nacional de Gobernadores y lo hemos escuchado bien, apoyando los esfuerzos del presidente Santos con la paz, desafiando posiciones adversas como las de Fedegan, acogidas entre ganaderos locales.
Lo llamamos a que lidere con coraje los programas de la Nación en el departamento, les haga seguimiento, ayude a desentrabarlos y los aprovechemos al máximo para que no haya partida presupuestal o la oportunidad de tenerla, que se pierda. Debe convocar a los congresistas y a los funcionarios locales vinculados por el Gobierno Nacional, junto con los alcaldes, para ese gran esfuerzo. Y comunicarlo con creces. No puede ser encomiable la conducta del Gobernador cuando frente a la primera observación pública a su relación de gestión de recursos nacionales, con ocasión del uso de dineros de emergencia invernal que administró el Club de Leones, hiciera "mutis por el foro". Al funcionario público se le pregunta, se le cuestiona también y con claridad responde, explica, señala su posición y educa a las comunidades que requieren información apropiada y oportuna. Deseamos que su gestión brille, porque sin egoísmos, ni cálculos envidiosos de políticos, con ella gana el Cesar y todos.