La gobernación de La Guajira, en cabeza de Nemesio Roys Garzón, hizo un llamado a las autoridades judiciales para que esclarezcan los hechos descritos recientemente por la modelo Elizabeth Loaiza Junca, quien alegó que durante una expedición organizada por Colombia Off Road fueron víctimas de secuestro y extorsión por los wayuu del Cabo de la Vela.
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La administración del vecino departamento consideró que existían diversas visiones de lo acontecido, haciéndose necesario las indagaciones del caso.
“Ante estas diferencias y con el propósito de esclarecer la verdad y la responsabilidad de los implicados, solicitamos a las autoridades, especialmente a la Policía Nacional y Fiscalía General de la Nación, iniciar con las investigaciones de rigor. Para tal fin, invitamos a las partes a que formalicen las denuncias manifestadas ante dichas entidades para que estas puedan proceder con todo el rigor que amerita el caso”, indicó la Gobernación.
Agregó que durante varios años la expedición Colombia Off Road realiza viajes al departamento con un número de participantes considerables sin que se presentara inconvenientes.
La posición de la Gobernación discrepa con la Alcaldía de Uribia, encargada de la zona del sector turístico de la Alta Guajira.
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Recientemente, el gobierno municipal manifestó que la modelo había desinformado a la opinión pública sobre la manera en que sucedieron los hechos debido a que, supuestamente, correspondieron a costumbres indígenas.
Aseguró que la expedición violó los valores ancestrales del resguardo Ojo de Agua, ubicado en el Cabo de la Vela.
“La Secretaría de Turismo, Deporte y Cultura difiere en las declaraciones emitidas por la señora Elizabeth Loaiza, señalando que la versión expuesta, no obedece a cómo sucedieron los hechos, pero sí proceden a un caos de desinformación, que crea un imaginario errado del hombre y pueblo wayuu, arremetiendo con su afecto contra todo un resguardo indígena y en consecuencia contra todo el municipio”, acotó la Alcaldía.
LA MODELO
La reconocida caleña, Elizabeth Loaiza, generó la controversia tras asegurar que les tocó pagar entre la expedición y ella la suma de $6.000.000 a los wayuu para que los dejaran salir del hotel en el que se encontraban.
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Al parecer, el dinero fue entregado después que un indígena de la etnia alegara que por su territorio pasó un vehículo de la organización.
Mientras tanto, la Policía Nacional comunicó que hubo una diferencia entre las partes que tuvo que ser dirimida con las costumbres ancestrales.