Parece un tema gastado, que año tras año, cada 22 de abril, las instituciones lo ponen en el sonajero sólo por cumplir con el deber de motivar y promover alguna actividad relacionada con el Día de la Tierra.
La historia demuestra que esta fecha tuvo un fin noble, cuando el 22 de abril de 1970 se promovió por parte de un senador y activista ambiental de Estados Unidos, la creación de una agencia ambiental, en cuya convocatoria participaron dos mil universidades, diez mil escuelas primarias y secundarias y centenares de comunidades. Esta movilización logró que el gobierno de los Estados Unidos creara la Agencia de Protección Ambiental y una serie de leyes destinada a la protección del medio ambiente y ese mismo año se celebró la primera conferencia internacional sobre el medio ambiente: la Cumbre de la Tierra de Estocolmo, cuyo objetivo fue sensibilizar a los líderes mundiales sobre la magnitud de los problemas ambientales. Se calcula, que en ese primer Día de la Tierra participaron más de 20 millones de personas en los EE.UU y a partir de entonces, se celebra cada año con la participación de más de mil millones de personas en 180 países de todo el mundo.
Valledupar no se queda atrás y este año, con el tema bandera del río Guatapurí, se firmará hoy un Acuerdo de Voluntades entre la Corporación Autónoma Regional del Cesar –Corpocesar-, la Alcaldía de Valledupar, la Universidad Popular del Cesar, el Sena Cesar y Guatapurí Plaza Comercial, con dos fines: primero para conmemorar el Día de la Tierra, y segundo para adquirir compromisos y aunar esfuerzos interinstitucionales que permitan salvaguardar, conservar y recuperar el rio Guatapurí, patrimonio ambiental en el que se han centrado este año todas las miradas. Recientemente motivado por el Noticiero Maravilla Informa se desarrolló una jornada de limpieza, que dio resultados positivos, pero que sólo al pasar una semana, todo volvió a la normalidad: la desidia, la basura y el ruido ensordecedor de los equipos de sonido.
EL PILÓN aplaude y reconoce todos estos esfuerzos y alianzas, pero hace falta involucrar de manera más activa a los visitantes con campañas preventivas permanentes de cultura ciudadana con todo tipo de estrategias, y con un rol más participativo y comprometido obligatoriamente a los arrendatarios de los locales que expenden bebidas y comestibles en el balneario Hurtado, porque algunos de ellos no tendrían autorización oficial directa para usar el espacio, que no los excluye de responsabilidad compartida para que los residuos sean manejados y depositados adecuadamente, lo cual exigirá que se conviertan además en veedores ecológicos del medio ambiente, con la interventoría y supervisión de las autoridades ambientales.
Esta alianza interinstitucional debe verificar también las construcciones que están al frente de la sede de la UPC, en la otra orilla del río, sin que ninguna autoridad diga nada, como sí lo hicieron vehemente con el proyecto de vivienda que se pretendió hacer el año anterior. Se espera que este Acuerdo de Voluntades logre su objetivo y no sea la patria boba de la limpieza del Guatapurí en días pasados, hoy nuevamente convertido en letrina.