A través de un comunicado, excombatientes de las antiguas Farc residentes en el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación, ETCR, de Tierra Grata en el municipio de Manaure, Cesar, denunciaron ser víctimas de persecuciones por parte de indígenas de la comunidad yukpa desde hace tres años cuando llegaron a los territorios de las zonas veredales dispuestas por el Gobierno para su proceso de reincorporación a la vida civil.
“En 2016 se opusieron a la ubicación de la entonces ZVTN en el corregimiento Los Encantos del municipio La Paz, Cesar. Luego interpusieron recursos por el impacto de la construcción del ETCR y nuestra reubicación en la vereda Tierra Grata del municipio Manaure (…) Continuaron con una campaña de desprestigio llena de improperios y acusaciones sin fundamento. Ahora nos quieren generar zozobra con el agua y con el arraigo. Así las cosas, denunciamos la persecución política y los intentos de frenar nuestra reincorporación colectiva”, se lee en el comunicado.
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Al tiempo, los excombatientes señalaron que intentaron dialogar con los indígenas yukpas para conocer sus motivos de la supuesta persecución, pero no encontraron respuesta alguna.
“Intentamos acercarnos a las autoridades Yukpa para crear espacios de diálogo y escuchar las razones de su persecución. Estos esfuerzos fueron infructuosos debido a que los intereses de su dirigencia terminan mezclados con el activismo político del partido de gobierno Centro Democrático”, añadieron.
Según los excombatientes, los yukpas tienen “una campaña de desprestigio del proceso de paz” y critican el proceso de reincorporación en la serranía de Perijá.
“La dirigencia yukpa hizo pública su decisión de no participar en el Paro Nacional mostrando claramente su filiación política, de espaldas a su propia comunidad y su oposición a los intereses del pueblo colombiano en general”, añadieron.
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Por otro lado, los excombatientes de las Farc mencionan que actualmente se estaría generando “zozobra por la obstrucción del agua y otros recursos” y que los indígenas yukpas amenazan con quitarles este recurso.
“Ahora nos generan zozobra con el agua y el arraigo. Para ello utilizan medio centenar de personas, la mayoría niños y niñas, que se sumaron a la toma o “invasión” de una finca continua al ETCR”, añadieron.
“Denunciamos también que esta situación es utilizada por el gobierno, la ARN en particular, para justificar su negativa a cumplir compromisos adquiridos en el Acuerdo de Paz asociados al arraigo de nuestra comunidad. La coordinación de acciones entre algunos funcionarios de la ARN, CD y asesores y alguna dirigencia Yukpa es clara“.
Por otro lado, los excombatientes recordaron la construcción de una tubería de 10 kilómetros para llevar agua al ETCR de Tierra Grata y que fue construido en conjunto con la comunidad.
“El acceso al líquido vital es un tema difícil en el mejoramiento de nuestra calidad de vida. Resolver parcialmente este problema significó una verdadera experiencia de reconciliación, integración, cogestión y cofinanciamiento. Con finanzas de Cooperación Internacional, las comunidades de Tierra Grata y el barrio El Mirador del corregimiento San José de Oriente integraron recursos humanos y económicos para la construcción del ducto de 10 kilómetros”, añadieron.
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Por último, solicitaron a la Defensoría del Pueblo, Procuraduría y Personería de los municipios de Manaure y La Paz prestar atención a la problemática denunciada.
¿QUÉ DICEN LOS YUKPAS?
Ante la problemática denunciada, EL PILÓN intentó comunicarse con las autoridades indígenas yukpas de La Paz, pero indicaron que por ahora no darán declaraciones a medios de comunicación, pero que en los próximos días se estarían pronunciando frente al hecho.
Cabe resaltar que desde hace varios años los yukpas han manifestado su inconformismo con la llegada de los excombatientes de las Farc al territorio, y han señalado que miembros de su comunidad en la última década se desplazaron a otros municipios por la presión de la guerrilla y los paramilitares.
Además, en noviembre pasado advirtieron que se tomarían Tierra Grata, según ellos, para recuperar su territorio ocupado por los excombatientes desde hace tres años.