Con el apoyo del Batallón de Acción Integral N.º1 del Ejército Nacional, la joven Manuela Palacios, estudiante de 11º del colegio Gimnasio Los Portales, ubicado en la ciudad de Bogotá, donó 201 pupitres que su institución educativa tenía sin utilizar a escuela rural de La Guajira, con la iniciativa del proyecto denominado ‘pupitrazos’ y el respaldo de las directivas del claustro académico donde culminó sus estudios secundarios.
La iniciativa de la estudiante surgió tras evidenciar que en su colegio existían varios de estos elementos en perfecto estado y a los cuales no se les daba uso, de manera que dialogó con la rectora Beatriz Gómez de Durán, le planteó la idea y tras recibir una respuesta positiva, puso en marcha el plan que le permitiera hacer realidad el sueño de muchos niños de las comunidades indígenas de La Guajira.
De manera que se contactó con miembros del Ejército Nacional, quienes por su parte se sumaron a esta labor, facilitando las labores logísticas para trasladar por vía terrestre los 201 pupitres hasta la ranchería Walirumana, perteneciente al municipio de Uribia, del mencionado departamento.
“Este sueño comenzó en agosto de este año, cuando evidenciamos las remodelaciones que se hacían en el colegio, una de estas incluía cambiar los escritorios en los que recibiamos clases, noté que los pupitres estaban en perfecto estado así que decidí con el apoyo de mi institución buscar fundaciones con las que se pudiera hacer una labor social, fue así como coincidimos con Proyecto Guajira y así se fueron dando las cosas”, expresó la estudiante.
Ernesto Rojas, director de operaciones de la Fundación Proyecto Guajira, manifestó que esta iniciativa beneficiará a más de 120 niños de esta población que a partir de ahora recibirán educación de manera digna al tener unos pupitres adecuados para atender sus clases, al mismo tiempo que serán utilizados por los padres de familia para mejorar sus prácticas artesanales cuyas labores también se ejecutan en esta sede.
“Quiero agradecer especialmente al Ejército Nacional, por ayudarnos a cumplir este gran sueño, ya que gracias a su apoyo recibimos con agradecimiento estos 200 pupitres que están llegando desde Bogotá directamente a Walirumana, una comunidad al norte de La Guajira km 13 al norte de Uribia, los cuales además de estar recibiendo alimentación diaria ahora también podrán recibir sus clases de manera digna”, enfatizó Rojas.
APOYO DEL EJÉRCITO NACIONAL
Para que esta labor se pudiera ejercer a conformidad fue crucial el apoyo del Ejército Nacional, que en cabeza del Mayor Edgar Jimenez, comandante del Batallón de Acción Integral N.º 1, lideró el operativo para transportar los pupitres desde la capital del país a esta zona apartada de Colombia.
Luego de varias horas de recorrido los más de 200 pupitres finalmente llegaron a su destino, situación que además aprovechó el ejército para realizar una jornada de ‘apoyo al desarrollo’ que le brindó a los lugareños servicios de salud y recreación, como también entrega de mercados y aguinaldos para los pertenecientes a dicha comunidad.
“La presencia del Ejército Nacional siempre es pensando en la reconstrucción del tejido social, estuvimos en esta ranchería donde se les apoyó con la logística para el traslado de estos pupitres, siempre articulamos con fundaciones que se nos unen y entre todos unimos esfuerzos para llevar apoyos, se hizo una jornada de salud, desarrollamos una actividad en pro del desarrollo mediante la disciplina de asuntos civiles, siempre estamos prestos a llegar con paz y alegría a estas comunidades”, expresó el comandante en entrevista para El PILÓN.
COMUNIDAD AGRADECIDA
Esta labor fue agradecida por los miembros de esa comunidad, quienes a través Irma Piñalve, representante de la comunidad indigena expresaron su conformismo y gratitud a todas las partes involucradas, que a su vez hicieron posible que por medio de esta labor se beneficie a esta población necesitada “quiero de antemano, de corazón darle las gracias a Manuela Palacios a Proyecto Guajira, al Ejército Nacional por traer esta sonrisa a nuestros niños, a las mamitas, que con esta jornada traen alegría a un pueblo que agradece este tipo de obras”.
JAIR PIMIENTA / EL PILÓN