Desde cuando el legendario, aún vivo y útil, exgobernador Pepe Castro con una extraordinaria visión construyó en La Paz un bello balneario represando en forma sencilla las aguas de El Mocho, la gente de La Paz exclamó: ¡ese es mucho zambo! Yo tengo más de 40 años de estarlo visitando, primero con mis hijos José Manuel ‘Panela’, Meche, Makor y Macoquito y mi sobrino Fernando Iván ‘Zepiro’, y ahora con mis adorados nietos Nando y José, ya denominado ‘El Chorro de Pepe’, pues creo que así lo bautizaron formalmente cuando fue reinaugurado con las bellas y costosas transformaciones que el gobernador Luis Alberto Monsalvo le hizo para convertirlo en un bello sitio de recreación, con una piscina natural de más de 100 metros de largo, como pocas en Colombia, un tobogán muy moderno, kioscos, bella residencia con amplios locales para refresquería, restaurantes, venta de comidas rápidas y una pieza con locker para que la gente guarde sus enseres, pero que se quedaron cortos en zona de parqueo y se lo entregó al municipio para su administración.
El domingo invité a Nando y a José a bañarnos a ese hermoso sitio y como siempre aceptaron encantados y nos fuimos con el ánimo también de almorzar allá y que horror, qué espectáculo grotesco el de las invasiones que crecen a su alrededor, cantinas de mala muerte por todas partes, en donde también venden gasolina, prostíbulos con damiselas, borrachos a tutiplén y no hay donde parquear a pesar de que existe un lote grande pegado de propiedad del municipio que todavía no ha sido invadido porque le construyeron unas materas.
Había más de mil personas en su mayoría niños, pero muchos adultos, hombres y mujeres, en estado de embriaguez, agentes de policía brillaban por su ausencia, a pesar de la gran cantidad de gente no había un solo salvavidas para evitar un ahogado, el tobogán no funciona, pero arbitrariamente lo utilizan y lo van a destruir, la grama que fue adquirida por elevado precio se está secando, no tiene riego, las palmas lo mismo, pululan el ron y la cerveza y las botellas las tiran al suelo o al agua, perros, gatos y toda clase de mascotas en el agua, como también basuras, bolsas, trapos viejos y vasos; Nando y José se dedicaron a bañarse y a sacar todos los desechos que encontraban e hicieron una buena pila, pero como no había una caneca donde echarla, llegó un brisón y la regó.
Ya con hambre, porque no venden un plato de comida, sino chucherías y mango biche, ni siquiera una almojábana, contrariados nos fuimos para donde ‘Juvalito’ y ahí con los “fritos” de siempre tanqueamos e igual hicimos con el carro.
Alcalde: ¿qué pasa, por qué no se ha concretado el convenio con Comfacesar para la administración de El Chorro? No le da pena, no le da vergüenza que esto suceda, o es verdad lo que dicen los pacíficos, que usted no quiere a La Paz y vive pendiente es de San José. Yo no lo creo, porque usted fue elegido con voto pacífico para servirle a todo mundo.
Hago esto porque quiero a La Paz, amo a su gente, me siento pacífico y por eso reclamo y ojalá no se interprete este artículo diciendo “eso es persecución política”, acuérdese que le advertí, le requeté advertí que no fuera a sembrar palmas en el boulevard central y no paró bola, y hoy poco tiempo después no hay ni una y la plata del contribuyente se perdió, me han dicho que se han hecho cosas buenas, pero es que todo debería ser bueno y nada malo.
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