Por Silvia Betancourt
Sabemos que no hay título universitario que nos otorgue licencia para crear, y que no nacimos para médicos, economistas ni abogados; llegamos para observar el mundo y narrarlo para los que sí obtienen títulos en cualquier área del saber, para legarles momentos de reflexión.
Justicia para el alma especial que irrumpe en la vida de cualquier humano en el momento que más lo necesita (hay libros que llegan a nuestras manos en el preciso instante que requerimos luz), no se deben abolir del patrimonio cultural de la humanidad los pensamientos y conclusiones de un espíritu sincero y desinteresado, que saca fuerzas de un mísero yantar, y se sienta así sea en un andén, para escribir en cualquier trozo de papel sobre los seres, el tiempo y los objetos.
Objetivo: Visitas literarias, promovidas de institución a institución, para escritores de profesión-habría que reconocerla como tal-, para que haya intercambio entre las regiones. Es de de suma importancia encontrar el ‘alma nacional’, y creo, sin vanidad, que los escritores somos los apropiados para lograrlo.
Para que las excursiones mentales y físicas sean fructíferas, deberá el literato llevar obras publicadas por parte los diferentes gobiernos, para difundirlas y exponerlas en foros.
El aporte económico para la manutención del Embajador Regional deberá ser conforme a su dignidad.
Propuesta Teórica: En Colombia hay hogares de paso para aborígenes, desplazados, mujeres embarazadas. Los escritores podemos afirmar que somos desplazados de la vida corriente del humano; no somos ni aborígenes, ni miembros distinguidos de familias tradicionales (con excepciones otorgadas por el mercado), pero sí podemos afirmar que estamos en estado permanente de embarazo.
Nuestra gestación está cargada de necesidades que soslayamos hasta obtener el fruto, casi siempre malogrado, porque carecemos de la ideal ayuda de un ‘padre’ que se haga cargo de la criatura, para volver a preñarnos.
Recursos: Las capitales de departamento tienen entidades que perciben por parte del gobierno nacional recursos destinados a tales fines. No concretamente a los de la presente propuesta; pero, por ejemplo, en Valledupar existe un Cluster para la comercialización a gran escala de la cultura, pero sólo para la música.
Además, las Cámaras de Comercio del país, y del mundo, también podrían patrocinar almas.
Glosa: Si hay interés por parte de algún organismo, estoy dispuesta a enviar la propuesta completa.