El Mercado Público de Valledupar fue creado hace 44 años. Antes de la llegada de las grandes cadenas de mercado a la ciudad, concentraba la oferta de productos de la canasta básica familiar al por mayor y al detal. Hoy, los pequeños, medianos y grandes comerciantes del mercado compiten contra las grandes cadenas. Claro: compiten en desventaja, principalmente, por la insuficiente infraestructura.
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Por eso, se pensó en la modernización del espacio que congrega a más de 870 locales comerciales. Diagnosticado el problema se llegó a la conclusión que la apuesta debería ser construir un nuevo Mercado Público para Valledupar.
El exgobernador del Cesar, Francisco Ovalle, y el exalcalde de Valledupar, Augusto Ramírez, firmaron un convenio interadministrativo con la Universidad Nacional para los estudios y diseños de cuatro proyectos por un costo de $2.850 millones, provenientes de recursos de regalías aprobados en OCAD Departamental.
Se hicieron los diseños de la remodelación de la Plaza Alfonso López, la Plaza de Patillal, la Casa en el aire y el nuevo Mercado Público de Valledupar. Los tres primeros se materializaron. Por ahora, el mercado público solo está en diseños.
¿Por qué? La primera razón es financiera. Mientras que para la remodelación de las plazas no se requirieron más de $10.000 millones, y la primera fase de la Casa en el aire ronda ese precio ($9.800 millones), el costo de un nuevo mercado público para Valledupar rondaría los $80.000 millones, sin contar las externalidades.
Por supuesto, y siendo justos, el impacto de las tres obras anteriores no se compara a la transformación urbanística, social y económica que le aportaría a Valledupar construir el mercado diseñado.
ESTANCADA
Cuando las administraciones anteriores conocieron el costo, empezó la discusión y surgieron preguntas. ¿Es posible la construcción de la obra? ¿Es viable? En medio del debate, la Gobernación del Cesar, que había financiado los diseños, tomó una posición negativa respecto a la construcción del nuevo mercado. En palabras simples: rechazó el proyecto. ¿Por qué? Desde Planeación cuestionaron que iniciar la construcción solo de la primera fase podría convertirse más en un problema que una solución.
Voto similar dio la anterior Asamblea del departamento: rechazaron el proyecto considerando que concentraba demasiados recursos del empréstito hecho por la Gobernación del Cesar por $150.000 millones en un solo municipio. Y se estancó el sueño de tener un nuevo mercado en Valledupar.
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¿Por qué es costosa la obra? Sencillo: se diseñó como una pequeña urbe que brindaría todos los servicios. La construcción fue planeada en el lote del antiguo Idema (entre las carreras 7 y 13, y las calles 20b y 20d). Reportes periodísticos señalan que se ejecutaría en un zona de 3.5 hectáreas más otros dos lotes nuevos que podrían ser adquiridos por el gobierno, uno perteneciente al empresario Ricardo Gutiérrez, y el siguiente en la esquina donde funcionaba una vidriería.
Quien mejor lo explicó fue uno de los arquitectos que participó en los diseños. “Tendrá todas las obras técnicas, cadena de frío, bodegas, zona de carga y descarga, parqueadero, sistemas de climatización, una propuesta urbana que permite que con refrigeración evaporativa el edificio se ventile con lo cual el uso de la energía disminuirá de manera notable y tendrá iluminación natural, lo que se plantea es un edificio permeable que genere integración con la ciudad”, manifestó en su momento el arquitecto Camilo Avellaneda. Una edificación vanguardista.
¿QUÉ DICEN LOS NUEVOS?
Con la llegada del 2020 hubo cambio de administración. Nuevo gobernador, nuevo alcalde. En marzo apareció la pandemia y, como en todo el país, los gobernantes se centraron en atender los problemas urgentes. A un lado quedaron los proyectos estratégicos.
Fue en los últimos tres meses cuando, superada la primera ola de la pandemia, a la discusión regresaron esos proyectos claves de ciudad, como el nuevo mercado público.
¿Está esa construcción en los planes de las administraciones departamental y municipal? La secretaria de Obras del departamento, Esther Mendoza, señaló que están en el análisis de los diseños. Respuesta similar dio la secretaria de Obras de Valledupar, Raiza Fuentes: “Están en revisión los proyectos”.
Por otro lado, exconcejales y funcionarios que han participado desde la estructuración creen que la construcción no parece viable ni en el corto ni en el mediano plazo, si todos los actores no se unen.
“Esto es un proyecto de ciudad y requiere el concurso de actores públicos y privados para lograr el cierre financiero. El presupuesto estimado de esa intervención oscila en los $80.000 millones. Hay que tener en cuenta temas adicionales: la rehabilitación de las vías, redes de acueducto pluvial. Son $80.000 millones que la administración no tenía y que hoy no tiene. Cuando uno hace un balance de gastos de funcionamiento y los compromisos de Ley 550, lo que le queda al municipio son, en promedio, $35.000 millones para cubrir todas las necesidades”, explicó el exsecretario de Obras, Jorge Maestre.
“Es una construcción de un costo altísimo, que obviamente el municipio no puede cubrir solo, ni la Gobernación del Cesar. Se necesita el apoyo nacional y el trabajo de todos”, añadió por su lado el exconcejal Carlos Picón, quien lideró su aprobación en el Concejo de Valledupar.
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Una de las personas más indicadas para explicar la importancia de la inversión es el actual gerente del Mercado Público, Jair Pinto. “El proyecto tiene parqueadero, ascensores, segundo piso con parte administrativa, sectores de comida ordenados. A nosotros nos ha tocado hablar con Espacio Público porque vendedores y visitantes se parquean donde quieren. Si logramos socializar esa nueva plaza, que creo que se la merece la ciudad, sería un beneficio grande para la economía de Valledupar. El comerciante sí podría competirle a las grandes cadenas”, indicó Pinto.
Hay que tener en cuenta, además, que dicha obra implicaría el traslado provisional de los comerciantes, un trauma de grandes costos económicos y políticos. Sin contar que muchos de ellos recién empezaron su recuperación luego de meses de bajas ventas. Por eso el exsecretario de Obras insiste: “Si un solo actor no está de acuerdo, difícil sacar adelante ese proyecto”.
URGENCIA
“El actual mercado público de Valledupar es una edificación obsoleta que no cumple con la normativa vigente en términos de salubridad, sismo de resistencia y otros aspectos técnicos”. La anterior cita pertenece a Santiago Valencia, quien fungió como gestor social del proyecto y quien hace parte de la Universidad Nacional de Colombia.
Su opinión es compartida en diferentes sectores. Como la construcción del nuevo mercado no sería una apuesta de corto ni mediano plazo para las administraciones departamental y municipal, se han realizado visitas para atender lo urgente.
Lo primero fue el pabellón de carne. Según explicó el secretario de Agricultura del departamento, Wilson Solano, el actual frigorífico es privado. De allí que además de renovar la infraestructura y adecuarla para que los vendedores de carne sean competitivos frente a las grandes cadenas, se planea que el mercado adquiera su propio frigorífico. Además, mientras se define si va o no va la obra de $80.000 millones, se podrían intervenir diferentes sectores para mejorar la edificación.
PROMESA INCUMPLIDA
“Los vendedores ambulantes han sido víctimas de engaño, de políticos que llegaron a buscar los votos pero que no les cumplieron cuando llegaron al gobierno. Por eso nosotros queremos dar una palabra seria: nuestro gobierno va a construir el centro comercial La Granja, solución para los vendedores ambulantes”, señalaba el exalcalde Augusto Ramírez en campaña.
Aunque mandó a realizar los diseños y trabajó para solucionar los impedimentos legales del lote, el exalcalde Augusto Ramírez tampoco le cumplió a los vendedores ambulantes de Valledupar.
Haciendo memoria, para la construcción del centro comercial de vendedores ambulantes de Valledupar, ‘La Granja’, contratado en 2007 bajo el mandato de Ciro Pupo, en la primera etapa fueron destinados más de $3.000 millones de pesos pero hoy solo existe una estructura metálica, lo más parecido a un elefante blanco, que se pierde entre la maleza.
El exsecretario de Obras Jorge Maestre explicó que el impedimento en ese lote, antiguo Idema, era una deuda, no obstante, antes de terminar el periodo, aseguró, fue saneada.
Ahora, la actual administración retomaría el proyecto, pero con otro nombre: La Plaza de Ventas, la cual tendría el mismo propósito de reubicar a los vendedores ambulantes. “Estamos revisando los proyectos de consultoría que tenemos en la Secretaría de Obras referente a plazas de ventas junto con la oficina de Planeación”, comentó Raiza Fuentes.
Por Deivis Caro/EL PILÓN.