Valledupar y el Cesar están sometidos al peor caos delincuencial en su vida administrativa, porque la corrupción no solo carcome y permea a entidades e instituciones en general, también está presente en las calles y entidades como Afinia (empresa prestadora del servicio de energía eléctrica) no se salvan de esos señalamientos.
Las amas de casa y la ciudadanía en general están tan desesperadas que ya no quieren ir a las tiendas a comprar, porque en el camino las asesinan para atracarlas.
Ya ni en los colegios de Valledupar los estudiantes y profesores están tranquilos y seguros, porque los delincuentes irrumpen a robar en sus instalaciones como sucedió en el colegio Prudencia Daza y la escuela del CDV.
Lo que está ocurriendo en la ciudad y demás municipios es tenebroso. La gente está presa y enrejada en sus casas. En los barrios y en los locales comerciales están acosados por los delincuentes, todos andan asustados, con miedo, con terror de no ser apuñalado o tiroteado mientras compran un repuesto para el carro, un almuerzo, un pantalón o simplemente sales a estirar las piernas.
Ya ni ‘El Boliche’ es impenetrable para los ladrones como se creía. Hace pocos días le dieron una ‘paloterapia’ a uno de esos ladrones (sicarios) que intentó atracar al dueño de un carro. “La vaina está jodida mi hermano, pero tampoco vamos a permitir que un desgraciado de esos, lleno de marihuana, se tome al ‘Boliche’ para hacer sus fechorías, aquí los estamos esperando para darles duro”, dijo Juan, uno de los mecánicos.
Así como Juan están pensando los vallenatos, porque la justicia legal no opera, “los tenemos que hacer por nuestra propia cuenta”, dicen y cuestionan al comandante (e) de la Policía, teniente coronel Wilson Álvarez, por no diseñar estrategias de seguridad.
“No se trata de pedirle a los ciudadanos que se encierren, que no vayan a las tiendas, que no usen sus prendas ni sus accesorios como le ha ocurrido varias veces al folclorista Joaquín Guillén, víctima de la delincuencia. La policía debe proteger a los ciudadanos, para que transiten libremente por las calles, sin temor a que los atraquen”, agregó un conductor de taxi.
La gente también está muy inconforme contra Afinia y señalan que la empresa está actuando contra la ciudadanía, como lo hacen los atracadores terroristas.
“Podría ser incongruente la anterior comparación, pero es una realidad que vivimos, porque no solo se le teme al terrorista y sicario roba celulares y carteras, también se le tiene pavor a Afinia porque de manera sutil y legal, te “sacan” del empobrecido bolsillo el dinero que tienes para la manutención de tus hijos”, dijo Manuel, electricista.
“De un momento a otro pasé a consumir 500 y 550 kilovatios, cuando en meses anteriores solo consumía250 y 300 kilovatios, a pesar que tengo los mismos electrodomésticos y los mismos focos”, señaló un querellante.
Las denuncias son graves contra Afinia. Pero a los alcaldes y al gobernador, a los congresistas, y a los diputados y concejales pareciera que no les importara esta serie de “atracos” contra los usuarios.
“Estamos agobiados, yo pagaba $100, $130 y hasta $140 mil mensual de luz, pero ahora pago $250 y hasta $350 mil. Uno no entiende nada porque estamos en casa las mismas personas. Uno va a reclamar y en Afinia no dan ninguna solución, le piden a uno ahorrar energía, pero si uno ahorra no se refleja en la factura. Eso es otra forma legal de atracar al pueblo”, sostienen. Hasta la próxima semana.
Por Aquilino Cotes Zuleta.