Luego que las Farc anunciaran el fin del cese unilateral del fuego, tras el bombardeo a un campamento del Frente 29 que dejó 26 guerrilleros muertos, el presidente Santos aseguró que el Gobierno y las Fuerzas Militares están preparados para enfrentar las acciones; por tal motivo, el grupo guerrillero aprovechó el reinicio de los diálogos para cuestionar lo sucedido, debido a que con anterioridad, habían advertido que estaban siendo atacados a pesar de las negociaciones que se llevaban en curso en La Habana.
Las Farc suspendieron la tregua unilateral que habían decretado en diciembre para desescalar el conflicto, en una crisis más de los diálogos que gobierno y guerrilla sostienen desde 2012 en Cuba, para poner fin a un conflicto armado de más de medio siglo.
En el blog del grupo guerrillero, expresaron que “no estaba en nuestra perspectiva la suspensión de la determinación del cese al fuego unilateral e indefinido proclamado, pero la incoherencia del gobierno Santos lo ha logrado, luego de cinco meses de ofensivas terrestres y aéreas contra nuestras estructuras”.
En la misma zona donde ocurrió la ofensiva militar, hace poco más de un mes, una emboscada guerrillera mató 11 militares, un ataque que consternó a la sociedad colombiana, y que generó desconfianza del éxito de las negociaciones. En ese momento, las Farc calificaron ese ataque como defensivo y el Presidente autorizó entonces el reinicio de bombardeos contra la guerrilla, que habían sido suspendidos en marzo en señal de buena voluntad.
¿La crisis afecta al Cesar?
De acuerdo con algunos conocedores y analistas del proceso de paz, las Farc nunca se han ido del departamento del Cesar, sólo que han mantenido un perfil bajo; “no es que hayan vuelto, siempre han estado en el territorio”, expresaron.
De acuerdo con esta información, el grupo guerrillero aprovecha la frontera con Venezuela para entrar y salir del departamento sin ningún problema, haciendo presencia en la Serranía de Perijá, donde se conforman básicamente tres frentes.
En el sur del Cesar predomina el frente 33 Mariscal José Antonio Sucre, que habita en la región del Catatumbo, Norte de Santander y por la cercanía con el departamento, hace presencia en los municipios sureños.
En el norte está el frente 41 Cacique Upar, que no se observa de manera permanente y sostenida, sino que se mueven constantemente entre los municipio de La Jagua de Ibirico y Manaure, refugiándose en la frontera colombo venezolana.
De igual manera, en el Cesar tiene injerencia el frente 59 Resistencia Wayúu, que permanecen en el departamento de La Guajira y esporádicamente pasan al terreno cesarense, haciendo algún tipo de acción conjunta con el frente 41.
Según los analistas, estos frentes de las Farc, están plenamente subordinados por las decisiones que se están tomando en La Habana, por lo que no existe ningún riesgo de que queden como rueda suelta y con tanto poder. “No es factible que algunos de estos frentes quisieran quedarse delinquiendo, habiendo un proceso de negociación liderado por sus superiores”, explicaron.
Así mismo dijeron que a pesar de que existe una crisis en el proceso de paz, por la situación que se presentó con la muerte de los guerrilleros bajo una ofensiva militar, el proceso ya ha llegado a un nivel de maduración que de alguna manera las personas que han sufrido el conflicto armado, han tomado el proceso como de ellos; y es muy difícil para alguna de las dos partes levantarse de la mesa, porque esto generaría grandes consecuencia, perdiendo la oportunidad de acabar el conflicto. “Lo que se hace urgente es que haya un cese bilateral del fuego, para bajar los niveles de violencia y de muertes; y así los enemigos de la paz dejen de pescar en río revuelto”, indicó uno de los analistas.
Por su parte, las Farc pidieron al gobierno que entreguen a las familias los cuerpos de los guerrilleros que resultaron abatidos tras la operación militar en Guapi, Cauca. “Sin lugar a dudas los luctuosos acontecimientos ocurridos la semana pasada son un paso atrás en lo avanzado hasta ahora en la mesa de La Habana. Mantener la medida del cese al fuego unilateral que ya se hacía insostenible por la incoherencia de un gobierno que aún no se decide a adoptar con convicción y decisión el camino de la paz”, expresó la guerrilla.
Se necesitan replantear puntos
De acuerdo con el personero de Valledupar y presidente de Fenalper, Alfonso Campo Martínez, el proceso de paz que se desarrolla, es complejo, de relevancia nacional e internacional y que evidentemente necesita replantearse en algunos puntos.
Dijo además que el primer punto debe ser la confianza; “mientras la Farc no demuestre con hechos concretos su intención de paz, difícilmente el Gobierno Nacional y los colombianos creerán en un proceso de paz serio y sostenible”, acotó.
De igual manera indicó que se debe replantear el cese de hostilidades, debido a que mientras el grupo guerrillero continúe atentando contra la Fuerza Pública y la sociedad civil, como sucedió en el Cauca y en Antioquia, será un proceso de paz inviable.
El tercer punto a analizar deben ser los plazos, pues según el Personero, el proceso necesita de manera urgente términos por parte del Gobierno hacia las Farc, para que se generen resultados rápidos que devuelvan la esperanza en el pueblo colombiano. Y por último, los compromisos; “las Farc que es el grupo que actúa desde la ilegalidad deberá comprometerse con la entrega de los niños reclutados, liberar secuestrados, desminar los campos y cesar cualquier tipo de hostilidad”, expresó Campo Martínez, concluyendo que “como se ve, se trata de un escenario complejo pero también de una oportunidad para frenar la violencia que nos ha afectado durante tantos años”.
Por su parte, Antonio Calvo, exasesor de
Paz del Cesar, dijo que el proceso de paz atraviesa por un momento crítico, donde los actores han continuado las negociaciones en medio de los ataques, “y los colombianos abrigábamos la esperanza de la tregua unilateral de las Farc, y el cese de bombardeo del Gobierno para lograr que el desescalamiento del conflicto fuera ampliándose y se enrutara definitivamente la terminación del conflicto”, acotó.
El exasesor de Paz, agregó que a pesar de todo lo expuesto, se rescata la voluntad de ambas partes, de seguir dialogando, pero se siguen produciendo víctimas, que afecta el proceso de reconciliación que es un escenario de mucha más complejidad que marca el posconflicto.
Andreina Bandera / EL PILÓN
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