En el municipio de Curumaní, perteneciente al departamento del Cesar, se vivió un emotivo reencuentro entre madre e hija que habían permanecido separadas durante 37 años, ya que la madre por diferentes motivos, se vio obligada a dejarla con el padre de la entonces bebé de tres meses de nacida.
El artífice de propiciar el emotivo reencuentro fue el patrullero Jorge Leonardo Cervera, quien desde hace 3 años, de manera paralela a su oficio con la Policía del departamento del Cesar, realiza labores sociales. Con este reencuentro, ya serían doce las actividades similares en las que Cervera ha logrado reunir a familiares que habían perdido comunicación durante mucho tiempo.
Es así como Virgenit Carranza y su hija Irina Pérez, lograron reencontrarse después de tanto tiempo, incluso relató la madre, que anteriormente en un intento por verse de nuevo con su hija resultó estafada por una persona que, según dijo, de manera inescrupulosa se aprovechó de su situación y le pidió una cantidad de dinero para tal fin pero que luego de esto desapareció.
Sin embargo expresó que nunca perdió la esperanza de tener nuevamente a su hija en sus brazos, por eso, recientemente cuando una sobrina le comentó sobre la función que realizaba el agente de la policía, no dudó en ponerse en contacto con él y fue así como después de una búsqueda incansable, el tan esperado encuentro se pudo lograr.
“Yo soy de aquí del Cesar, pero por cosas del destino tuve que irme para otra ciudad hace 37 años, cuando mi bebé tenía tres meses de nacida, estuve por Cartagena, viví en Venezuela durante 15 años y hace dos años regresé a Curumaní porque quería encontrar nuevamente a mi hija y resulta que estaba viviendo en Bosconia, estábamos cerquita y no lo sabíamos”, expresó Virgenit.
Continuó diciendo que la invade la zozobra porque ella quiere pasar mucho tiempo con Irina, su hija, pero desconoce los sentimientos que pueda tener hacia ella, también manifestó que es posible que le guarde algún tipo de resentimiento, algo que, según dijo, “es normal porque desconoce parte de la historia y las causas que provocaron la separación”.
Sin embargo dijo estar preparada para responder las inquietudes que su hija le manifieste, también confesó que propiciará mas encuentros a fin de lograr que la relación entre madre e hija se construya a partir de ahora, “Yo la entiendo, por eso si me quiere decir mamá o llamarme por mi nombre voy a entender”, finalizó la madre.
Por su parte, Irina Pérez la hija de Virgenit, quien no conocía a su progenitora ya que estaba recién nacida cuando fueron separadas, argumentó que tenía muchos sentimientos encontrados, dado a que siempre quiso saber el motivo de separación por lo que luego del encuentro tendrán que compartir tiempo juntas que les permita conocerse, debido a que toda su vida creció sin la figura de su madre.
VERSIÓN DEL PATRULLERO
Por su parte, el patrullero Jorge Leonardo Cervera, manifestó que siempre se ha sentido atraído por propiciar espacios que lo acerquen con la comunidad, donde a través de estas actividades pueda mostrar, según expresó, “la verdadera esencia del policía”, acciones que además le satisfacen teniendo en cuenta el impacto positivo que esto genera en la sociedad.
Con relación a este caso, el agente de la policía, argumentó que las protagonistas de esta historia tenían aproximadamente 37 años separadas, es así como en una ocasión recibió una llamada de Virgenit Carranza, quien le solicitaba su ayuda para poder ver nuevamente a su hija, dijo el uniformado que no lo pensó dos veces por lo que comenzó a trabajar para facilitar el encuentro que finalmente se produjo entre madre e hija.
“Aún siento la misma emoción que tuve cuando ayudé a organizar el primer encuentro, siempre cuando se trata de madre e hija hay mucho más sentimiento, a mi se me aguaron los ojos, pero eso hace parte de la actividad y gracias a Dios que hasta el momento las cosas se han dado a favor de la comunidad”, concluyó el patrullero de la policía.
JAIR PIMIENTA/EL PILÓN