- La captura, caza y extracción de animales silvestres de su hábitat es uno de los problemas que más ponen en riesgo la supervivencia de la fauna y la flora en el departamento del Cesar.
Según Daniel Ramírez, director de la Fundación Wii, con sede en Bogotá, en Colombia el tráfico de animales se da en dos direcciones: para ser comercializados como mascotas y para hacer parte de la dieta alimentaria.
Sostiene que muchos animales silvestres como la guartinaja, la iguana y el zaino, entre otros, hacen parte de la dieta alimenticia en la cultura vallenata, por lo que la caza y consumo de estos animales es visto como algo normal. “Detrás del tráfico de animales en Valledupar hay un arraigo cultural que ha venido poniendo en peligro a muchas especies”, afirmó.
Sin embargo, pareciera que no existe conciencia en la comunidad sobre la relación que hay entre el tráfico de animales, la desaparición de especies y los desequilibrios que esto genera al medio ambiente, explicó el ecologista.
Las rutas del tráfico
Según Adolfina Luz Oñate, Jefe de Grupo de Protección Ambiental y Ecologista del Departamento de Policía Cesar, los lugares donde más trafican con animales silvestres son los corregimientos de Los Venados, Aguas Blancas, Mariangola, Patillal, Casacará, Atánquez, Guacoche, Valencia de Jesús y los municipios de Valledupar, Chimichagua, Becerril, Río de Oro y San Martín.
La iguana y sus huevos es la más perseguida, le siguen los pericos, las guacamayas, los monos aulladores, las tortugas, guartinaja y zainos. La babilla también es uno de los animales más afectados debido a que su piel es vendida en el mercado negro internacional para luego fabricar correas, zapatos y bolsos.
Muchos de estos animales son comercializados dentro del mismo departamento y otros tienen como destino Barranquilla o Bogotá y luego las rutas internacionales. Dentro de los decomisos hecho por la Policía Ambiental en el Cesar, como parte de los operativos de control en la ciudad se destaca uno realizado en la Terminal de Transporte donde fueron decomisados varios flamencos rosados que iban metidos en cajas de cartón, viajando en el baúl de un bus con destino a Bogotá.
De acuerdo al reporte de la Policía Ambiental de cada diez animales traficados solo uno llega a su destino. El resto muere debido al hacinamiento, trastornos físicos, la modificación de la alimentación y las formas cruel en que son transportados.
Según la Sociedad Mundial para la Protección Animal, WSPA, los departamentos donde más se registra caza indiscriminada de fauna silvestre son: Magdalena, Cesar, Bolívar, Santander, Quindío y Cundinamarca.
“El tráfico de animales, silvestres está tan bien estructurado, que genera un mercado casi tan lucrativo como la trata de personas a nivel mundial”. En ese sentido, es el tercer mayor comercio ilegal en el mundo después de las drogas y las armas”, afirmó el ambientalista.
Los animales son capturados para ser exhibidos y como forma de entretenimiento en las ferias, tiendas de macotas, zoológicos y circos. “Una guacamaya tiene un costo que va entre los 250 mil y los 400 mil pesos en Colombia, pero si llega a entrar a Chile puede llegar a costar dos millones de pesos, al igual que los tucanes, loros y otras especies que son muy apetecidos”, afirmó.
Las normas vigentes
Por otra parte, es muy poco lo que se conoce sobre la Ley 611 de 2000, que establece que las faunas silvestre y acuática, son el conjunto de organismos vivos de especies animales terrestres y acuáticas, que no han sido objeto de domesticación, mejoramiento genético, cría regular o que han regresado a su estado salvaje.
Así mismo establece que el manejo sostenible de la fauna silvestre y acuática está relacionado con la utilización de estos componentes de la biodiversidad, de un modo y a un ritmo que no ocasione su disminución en el largo plazo.
Es de anotar que mediante la Ley 17, de enero 22 de 1981 de la Convención sobre Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres, se ratifica que Colombia adopta esta ley, el 31 de agosto de 1982 para prevenir, castigar y rechazar todo acto que maltrate y atente contra la vida de las especies animales del país.
Capturas en flagrancia
En el año 2012, la Policía Ambiental y Ecológica del Cesar realizó116 capturas de traficantes de animales y en lo que va corrido del año van nueve en diferentes municipios del departamento del Cesar. La pena máxima para una persona que sea encontrada culpable de este delito es de tres y cuatro años de cárcel.
Recepción de fauna silvestre de julio a diciembre de 2012 en Corpocesar |
|
Clase |
Cantidad |
Aves |
11 |
Mamíferos |
9 |
Reptiles |
383 |
Total |
403 |
Según Mayra Alejandra Galindo bióloga de Corpocesar, cada especie cumple una función de estabilidad en el equilibrio ecológico y cuando una especie está en peligro de extinción la estabilidad se pone en riesgo.
Por esta razón, el trabajo de Corpocesar consiste en devolverlos a su hábitat natural. Según la bióloga el procedimiento se hace una vez la Policía Ambiental hace los decomisos, pero también existe la figura de la entrega voluntaria en las instalaciones de Corpocesar.
Durante este proceso, el ejemplar es atendido en un hogar de paso donde se constatan sus condiciones de salud. Cuando el animal ha sido domesticado, le hacen un proceso de rehabilitación, para que nuevamente se adapte a las condiciones silvestres en las que estaba.
Corpocesar avanza en la terminación del Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestres, que está ubicado en la vía a Valencia de Jesús, donde los animales silvestres serán recibidos y atendidos para luego ser dejados en libertad.