Entre villancicos y arreglos navideños menores de edad en la capital cesarense siguen de pie durante largas horas en esquinas, semáforos y puestos ambulantes con dulces en bolsas, ropas en sus manos, zapatos en el andén o cualquier tipo de producto comercial para sobrevivir en medio de su precaria situación como trabajadores infantiles.
Un delito que es castigado con hasta cuatro años de prisión a la persona que obligue o intimide a menores de 16 años, o de 18 si se tratara de trabajos peligrosos.
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Los municipios con mayor índice de explotación infantil son: Agustín Codazzi, Becerril, La Jagua de Ibirico, El Paso y Chiriguaná, San Diego, Valledupar y Aguachica, según los registros del Sistema de Información Integrado para el Registro y la Erradicación del Trabajo Infantil y sus Peores Formas, Siriti.
La Oficina de Gestión Social Municipal asegura que búsqueda de la disminución del trabajo infantil que se observa a diario en el centro de la ciudad y en los mercados ha sido incesante desde el 2012, cuando esta entidad del Gobierno municipal creó una base de datos para llevar las cifras exactas de los niños en riesgo y los que estaban trabajando.
A través de ‘Zonas libres de trabajo infantil’, los operativos, las brigadas, las jornadas diurnas y nocturnas, las intervenciones del Gobierno, se disminuyó en un 2.6 % de 5.7 %, en el que estaba el porcentaje de menores que trabajaban en las calles de Valledupar cuando se inició la base de datos, según Jaider Rincones, jefe de la Oficina de Gestión Social Municipal.
Sin embargo, pese a las acciones de los entes nacionales y las autoridades locales en Valledupar, el trabajo infantil ha aprendido a camuflarse para no ser detenido por las organizaciones encargadas de la protección de los derechos de los niños.
En un recorrido realizado en el centro de la ciudad por el equipo periodístico de EL PILÓN, se pudo constatar el drama de un menor de edad que asegura que debe trabajar con la comercialización de medias para poder dormir por las noches, porque el adulto que está a cargo de él le exige una “comisión” por el día.
Como este menor hay muchos que abundan en las calles de la ciudad, que son manipulados y vulnerados por adultos que los explotan para obtener dinero de manera ilegal sin importarles el daño que les pueden causar a su integridad.
Rosember Alvarado Rodríguez, director encargado Icbf, seccional Cesar, en conjunto con el Comité Interinstitucional de Erradicación del Trabajo Infantil, Cieti, el Ministerio del Trabajo, la Gobernación del departamento, Alcaldía de Valledupar, entre otras, afirma que el número de niños que salen a las calles a realizar alguna actividad que genere ingresos se incrementa cada día.
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‘Zonas libres de trabajo infantil’
El programa ‘Zonas libres de trabajo infantil’, efectuado por la Alcaldía del municipio, que se realiza en horarios diurnos y nocturnos, se desplaza hasta la zona céntrica, la Galería Popular, bares, al barrio La Nevada, casas de lenocinio entre otros establecimientos comerciales de la capital cesarense con el propósito de garantizar y restablecer los derechos de los niños.
Los menores de edad que encuentran en la realización de algún tipo de trabajo son trasladados al Hogar de Paso, asegura el Icbf, seccional Cesar.
La temporada de diciembre es la época del año donde los comerciantes y establecimientos incrementan sus ventas, al igual que el número de trabajadores informales de calle y con ello el trabajo infantil.
¿Cuáles son las peores formas de trabajo infantil?
Son todas las formas de esclavitud: la venta y la trata de niños, la servidumbre por deudas, el trabajo forzoso u obligatorio, su reclutamiento para la realización de actividades ilícitas; en particular la producción y el tráfico de estupefacientes. También la oferta de menores para la prostitución y la producción de pornografía.
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Según la directora del ICBF, Juliana Pungiluppi, el instituto dispone de 44 Equipos Móviles de Protección Integral, EMPI, en todo el país, integrados por 132 profesionales (psicólogos, trabajadores sociales, antropólogos, sociólogos y pedagogos), que se encargan de desarrollar jornadas contra el trabajo infantil y concientización de manera articulada con la Policía de Infancia y Adolescencia, el Ministerio del Trabajo, y las alcaldías municipales.
Estas acciones están enmarcadas en la búsqueda de las erradicaciones de la explotación infantil, violación de los derechos de todos los niños, niñas y adolescentes que no gozan de la educación y de un trato digno para su sana formación.
POR: NAMIEH BAUTE BARRIOS / EL PILÒN
namiehdayana@gmail.com