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‘El primer millón’

“Yo solo quiero pegar en la radio, para ganar mi primer millón, para comprarte una casa grande en donde quepa tu corazón”, dice la canción de la agrupación Bacilos representando la aspiración de los artistas musicales que se la juegan por conquistar el éxito. 

¿Un millón de qué?, Roberto Carlos, el reconocido cantante brasileño, pedía un millón de amigos. El salario mínimomensual en Colombia posiblemente supere el millón de pesos este diciembre.  Fue una sensación en Valledupar hace 40 años cuando se construyó la casa del millón en el barrio Novalito, coronando su aspiración un adelantado algodonero. 

Hoy celebramos -¿es para celebrar?- el millón de contagiados en el país que han sido víctimas oficiales del coronavirus. Las otras víctimas, de la absurda violencia, ya son también un millón (x 9 ). 

Podríamos tener esperanzas en que lo peor habría pasado después de siete meses que nunca se olvidarán y habrán marcado nuestras existencias, y alimentarán el recuerdo de futuras generaciones, pero se esperan prontos rebrotes, como los manifestados en Europa, mientras la vacuna llega a masificarse a escala mundial. No renunciemos a la esperanza: Pfizer anuncia que tendrá 1.300 millones de vacunas a partir de enero, pero no deja de haber sus incertidumbres. Se pronostica un ‘largo covid’ porque habría síntomas crónicos que padecen los contagiados. 

O el largo covid es el resultado de que hay un grado de incertidumbre sobre la eficacia de las vacunas, y se recuerda que de la influenza y el sida, o el más temible cáncer, no se ha encontrado la vacuna eficaz pero sí mejores tratamientos. Esto parece estar pasando, ya que más del 90 % de los contagiados se vienen recuperando, sobreponiéndose a la dura perspectiva de la muerte.  

Volviendo al primer millón habría que celebrar, porque podrían ser muchos más; aunque es evidente que Colombia no es de los últimos con el mal sino de los primeros a escala internacional y que ese millón  disfraza un déficit: somos de los  campeones globales en hacer menos pruebas. Lo que en ‘plata blanca’ quiere decir que esa cifra debería multiplicarse por 5 ó 7, que informa que entre el 10 y el 15 % de la población colombiana habría sido tocada por la peste, parte de ella sin saberlo aun o habiéndolo superado sin ser conscientes de ello. 

Esa afirmación de los epidemiólogos, con ocasión del informe oficial del primer millón de contagiados -y los 30.000 muertos acumulados ayer- es coherente con lo que hemos venido estimando de la población afectada en Valledupar; ese númerohabría bordeado el 15 % de la población al iniciarse el mes de octubre.

Queremos llamar la atención de que esta pandemia ha dejado profundas implicaciones en un aspecto de la salud pública que por su estigmatización social no se le ha dado la suficiente atención y es el de la salud mental. Más de un 30 % de los contagiados son presa de nervios y preocupación, soledad, tristeza e irritabilidad, cuando no de profunda ansiedad y pérdida del significado de vida. Esa afectación no se limita al contagiado, también a quienes lo rodean. Tema que como lo han requerido los lectores se abordará en un próximo editorial.

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